Daniel Sancho ha reaparecido por videoconferencia para comparecer desde la cárcel de Tailandia en el juicio por lesiones celebrado en el Juzgado de lo Penal número 16 de Madrid. En este caso, se ha llegado a un acuerdo con las acusaciones por el que Daniel Sancho ha sido condenado por un delito de lesiones y a tres meses de multa. En total, Daniel Sancho deberá pagar un total de 450 euros y una indemnización de 2.100 euros que ya ha abonado al joven al que dio un puñetazo en noviembre de 2019 tras saltarse la cola de taxis.
En esta ocasión se ha podido ver a Daniel Sancho con un cambio físico aparentemente a mejor, pues vestía una camiseta blanca y un jersey marrón claro. Además, no ha perdido mucha musculatura debido a que acude de manera regular al gimnasio que hay dentro del centro penitenciario en el que se encuentra preso. A lo largo de este juicio, el joven se ha mostrado muy sereno y correcto, limitándose a levantar el dedo para confirmar que la señal se recibía de manera correcta y, después, a dar su consentimiento al acuerdo que ha cerrado su defensa con la Fiscalía y la acusación particular.
La magistrada le ha preguntado si había escuchado de manera correcta los hechos que se le imputan, a lo que ha respondido asintiendo con la cabeza, confirmando que sí estaba conforme. Durante dicha comparecencia de Daniel Sancho, se podía observar cómo se encontraba sentado en una sala de la prisión tailandesa, con una bandera roja a sus espaldas que corresponde a la del departamento de correccionales de Tailandia. De vez en cuando se podía apreciar a un funcionario de prisiones que se encontraba en la misma sala que Daniel Sancho.
Daniel Sancho comparece por videoconferencia desde Tailandia
Antes de que tuviera lugar el juicio, las autoridades tailandesas amenazaron con un conflicto diplomático si se difundían o filtraban imágenes de los funcionarios de la prisión de Koh Samui desde la que ha comparecido. Los periodistas que se encontraban en la sala se han visto obligados a apagar los móviles hasta que terminase la sesión para impedir que se realizaran imágenes. Los medios de comunicación tampoco han podido seguir el juicio desde la sala de vista, sino que lo han tenido que seguir en el salón de actos de los Juzgados de lo Penal, donde se encontraba una pantalla.
Debido al gran “interés mediático suscitado”, la magistrada ha dado órdenes de que se acatasen las “medidas de seguridad necesarias” para permitir solo el paso de funcionarios “al pasillo que da acceso a la sala de vistas”. De esta manera, la magistrada ha aclarado a las autoridades tailandesas que “no dan su consentimiento a que su imagen sea reproducida por medios audiovisuales”.