Playa en Kobuleti, Georgia
El Mar Negro es uno de los más frecuentados en los mitos antiguos. Lugar de paso por excelencia, toca diversas naciones como las actuales Turquía, Georgia, Rumanía, Ucrania o Rusia. Son países llenos de contrastes y de misterios míticos. El Mar Negro se conocía por el nombre griego de Ponto Euxino, es decir, el “mar hospitalario”: no cabe duda de que era un eufemismo para un mar siempre inquietante y peligroso. La presencia de Hércules en sus costas se puede rastrear a lo largo y ancho del Ponto: son lugares, que fueron hollados por la colonización griega desde el siglo VIII y VI a. C. Abarca lo que en otro tiempo fueron muchas naciones y pueblos diferentes.
El nombre general para la zona era Anatolia, “el país donde el sol se levanta”, que en otra cosa quiere decir esto en griego anatolé, y desde los albores de la historia, por no hablar de la prehistoria, ha sido un lugar de paso privilegiado entre Oriente y Occidente, por donde se han movido muy diversos pueblos y lenguas en contacto, desde los indoeuropeos a los semitas o los pueblos túrquicos. Lo que hoy es Turquía, por ejemplo, antaño tuvo muy diversos nombres y fue una zona poblada por licios, frigios, carios, griegos, persas, armenios y un sinfín de otros pueblos.
Los pasos de Hércules como héroe viajero, al que seguimos en vacaciones para encontrar nuevos destinos con la imaginación, también se dirigieron hacia esa tierra del Levante, la Anatolia, que hoy es un concepto geográfico, pero que en general para los griegos designaba el lugar del sol naciente. Algunas de las expediciones de Hércules aparecen en torno al Mar Negro y son muy recordadas. Son trabajos que tienen que ver con el extremo oriental del mundo y que hacen medirse al héroe con criaturas extraordinarias y mujeres sobrenaturales.
En primer lugar, podemos movernos hacia el norte, a la llamada península de Hércules, que es una península triangular en la parte suroeste de la península de Crimea, junto a Sebastopol. Es parte del territorio ahora en disputa entre Rusia y Ucrania en la actual guerra, pero fue el lugar elegido por los colonos griegos en el siglo VI a. C. para fundar míticos lugares como el Quersoneso, un enclave en la parte sur de Crimea conocida como Táurida. Sus ruinas aún hoy dan fe de su esplendor en la antigüedad, y posteriormente durante la edad media bizantina hasta que fue perdida por el imperio de Oriente. Es una de las maravillas que se podrían visitar, si fuera posible hoy día, en esta región del Mar Negro: una de las maravillas señaladas con el sello del patrimonio de la humanidad de la Unesco.
Al otro lado del mar, si cruzamos a la actual Turquía, veamos la ciudad llamada antiguamente Heraclea Póntica y actualmente Karadeniz Eregli: era otro enclave fundamental para la biografía mitológica de Hércules, que hoy se puede visitar. Fue precisamente la metrópolis de la ciudad anteriormente mencionada, Quersoneso táurico, y tenía un activo puerto en la época clásica y posteriormente en la helenística y romana, cuando tuvo un papel importante en las guerras mitridáticas.
La ciudad moderna es una buena base para visitar la región en el norte de Turquía, y se puede recordar también en ella el paso al más allá de nuestro héroe, pues se decía que en esta ciudad, en las bocas del río Aqueronte –un nombre resonante como uno de los ríos del inframundo– estaba el acceso más allá que permitió a Hércules cumplir uno de sus trabajos más peligrosos, que era atrapar al perro del infierno, el can Cerbero. Ahí hay hoy una cueva que se llama Cehennemagzi donde se dice que Hércules bajó a los infiernos y luego detentó un oráculo.
Otro lugar clave en la zona turca es la isla Giresun, una pequeña isla que se encuentra a 1 km y medio aproximadamente de la ciudad del mismo nombre. Esta pequeña isla es curiosamente la más grande del Mar Negro y alberga las ruinas de un templo de piedra, entre otras construcciones, además de una piedra grande, esférica y negra con fama de mágica. En la mitología se decía que era la isla de las Amazonas y que usaban para sus ceremonias el templo que hoy está en ruinas. Por eso se le llama también la isla de las Amazonas, pero se la conoce con el nombre antiguo de Aretias, como aparece en obras relacionadas con el viaje de los Argonautas.
Y es que también Hércules participa en este viaje, como es bien sabido. Por lo que también podemos hablar de sus andanzas en la Cólquida, actual Georgia, pues otra historia mítica le atribuye la liberación del cautivo Prometeo en el Cáucaso, después de que fuera encadenado allí por Zeus para explicar sus pecados y castigado con la célebre águila que le devoraba el hígado. En fin, como se ve, larga es la sombra de Hércules en el Mar Negro, y podemos aprovechar un viaje con la imaginación por las diferentes cosas que van tocando este mar, desde las de Turquía, al sur, a las de Rusia y Ucrania al norte o las de Georgia en el este.