La hipocresía del narcisista mediático: Activismo selectivo al descubierto
Uno de los rasgos más característicos del narcisista mediático progresista es su constante deleite en impartir lecciones de superioridad moral. Están encantadísimos de conocerse. Sin embargo, lo que nunca consideran es que sus declaraciones suelen estar tan desconectadas de la realidad que ni ellos mismos logran cumplirlas.
Daniel Guzmán: Pro-okupación, pero solo cuando no le afecta
Hace unos días, el actor y director Daniel Guzmán fue condenado por agredir y desalojar a unos okupas que se habían instalado en una vivienda de su propiedad. Guzmán, según el denunciante, llevó a cuatro amigos «bastante grandes» que se encargaron de expulsar a los okupas por la fuerza.
Este incidente podría haberse quedado en un caso más de alguien que, harto de una situación insostenible, decide tomarse la justicia por su mano. Un acto cuestionable por su uso de la violencia, pero comprensible. Sin embargo, Guzmán no es cualquier persona.
Guzmán es también el autor del lamentable spot de Podemos, donde un chaval con aspecto de hooligan caricaturizaba a la derecha como ignorante, mientras que el chico más cuerdo terminaba convencido de votar por Pablo Iglesias.
Desde su púlpito digital, Guzmán ha alertado repetidamente sobre los pisos vacíos, los fondos buitre y cómo la especulación dispara los precios del alquiler.
Ana Peleteiro: Antirracismo en todas partes, menos en la pista
La atleta Ana Peleteiro es otra figura destacada del activismo mediático. Aprovecha cada oportunidad para no hablar de deporte, sino para denunciar el racismo en España y los comentarios que recibe en redes sociales. Recientemente, en una entrevista, presumía de que iba a ganar el oro y que eso dolería a los racistas. Cada vez que tiene un micrófono delante no pierde la oportunidad de hacer activismo antifascista, porque ella abandera todas las causas y necesita recordarle al mundo que es negra, por si acaso nuestros ojos nos fallan.
Hace unos meses, en un pódcast, Peleteiro se burló sarcásticamente de los atletas blancos, sugiriendo que no tenían posibilidades contra los negros en atletismo.
En los JJ.OO. de París 2024, Peleteiro quedó en sexta posición, perdiendo el bronce que ganó en Tokio 2020. Irónicamente, fue una atleta blanca quien la derrotó.
El activismo hipócrita: Esclavos de sus propias palabras
Lo que une a Guzmán y Peleteiro es que ambos son esclavos de sus palabras, pero por razones diferentes. Peleteiro ha experimentado una amarga dosis de justicia divina, retratada después de haber priorizado su activismo político sobre sus logros deportivos, que esta vez no llegaron. Guzmán, por otro lado, ha sido víctima de la misma situación que negaba, sufriendo en carne propia las consecuencias de las políticas que tanto defendía en redes.
Es fácil, e hipócrita, pontificar desde un pedestal moral cuando son otros los que sufren las consecuencias. ¡Qué diferente es cuando tú eres el damnificado! Por la boca muere el pez.