Imagen: Autoridades y familiares del niño asesinado en Mocejón tras el minuto de silencio. Javier Longobardo
Tras el asesinato de Mateo este domingo en Mocejón (Toledo), la familia del niño de 11 años ha dado las primeras declaraciones sobre el trágico suceso y ha expresado su confianza en que la Guardia Civil pueda detener cuando antes al asesino. En esta línea, el portavoz de la familia, uno de los primos de la víctima, ha pedido que no se acuse a nadie “por su raza o su color de piel”.
Así se ha expresado Asell Sánchez ante los medios de comunicación después de leer un comunicado durante el minuto de silencio que ha convocado el ayuntamiento de la localidad toledana a las puertas de la casa consistorial, que ha congregado a medio millar de vecinos.
«La familia seguimos destrozados y consternados mientras la investigación sigue su curso y siguen buscando a este indeseable», ha comenzado. Un «indeseable» al que no identifican con nadie del pueblo, tal y como ha comentado.
Sánchez, que ha instado a no adelantar acontecimientos y ha solicitado que se deje a los cuerpos policiales trabajar en la resolución del caso, ha lanzado un mensaje de cautela después de que las redes sociales se hayan inundado de desinformación tras el crimen y muchos usuarios hayan especulado e incluso afirmado que el asesino es un inmigrante árabe, aunque por el momento no hay indicios que así hagan sospecharlo.
Esta teoría viene a raíz de conocerse que un hotel de Mocejón acoge desde principios de mes a medio centenar de menores migrantes no acompañados que llegaron recientemente a Canarias de manera irregular y que han sido reubicados en sus instalaciones.
Sin embargo, según El Español, todos los menores migrantes acudieron a comer con normalidad este domingo y afirma, según fuentes del alojamiento, que son “gente muy seria” a la que se le hace un seguimiento exhaustivo.
La familia no quiere señalar a ningún colectivo
El portavoz de la familia de Mateo ha pedido prudencia a la hora de revelar información, porque no hay nada claro: «No vamos a señalar a determinados colectivos. No tenemos ninguna sospecha y no queremos que se criminalice a nadie por su etnia, por su raza, por su religión o color».
Y ha zanjado: «Confiamos en la investigación, en la justicia y en que no vuelva a pasar. Lo que queremos es que le cojan, independientemente de la edad que tenga«, haciendo referencia a la pista que se tiene, sobre que el culpable podría tener entre 16 y 17 años.