Imagen: AP
En la tercera semana de la incursión ucraniana en territorio ruso, una operación que ha tomado por sorpresa tanto a Rusia como a sus aliados occidentales, Ucrania ha comenzado a manifestar dudas sobre la solidez del respaldo militar que recibe del Reino Unido. El presidente ucraniano, Volódimir Zelenski, ha insinuado que este apoyo se ha “debilitado recientemente”, a pesar de que Reino Unido ha sido uno de los principales defensores de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
Apoyo británico en entredicho
Desde que estalló el conflicto, el Reino Unido ha canalizado una importante asistencia militar a Ucrania, totalizando 7.600 millones de libras esterlinas dentro de un paquete global de 12.500 millones. Esta ayuda ha incluido tanques ‘Challenger 2’, sistemas de defensa aérea, misiles antitanque y municiones. Aunque Zelenski reconoció el papel de liderazgo de Reino Unido en este apoyo, afirmando que sus acciones han «salvado miles de vidas», también expresó su preocupación por lo que percibe como un enfriamiento en la disposición británica a intensificar el apoyo en un momento crucial.
Uno de los puntos de fricción más destacados ha sido el uso de armas de largo alcance, como los misiles ‘Storm Shadow’, donados por Reino Unido. Con un alcance superior a 250 kilómetros, estos misiles han sido fundamentales para Ucrania en su lucha contra las fuerzas rusas. Sin embargo, Londres ha impuesto estrictas restricciones sobre su uso, prohibiendo su lanzamiento contra objetivos en territorio ruso. Para el presidente ucraniano, la posibilidad de emplear misiles de largo alcance es «crucial» para las operaciones militares ucranianas, y ha instado a sus socios a eliminar las barreras que impiden a Ucrania «debilitar las posiciones rusas» de manera efectiva.
Respuesta británica y la controversia sobre las armas
El gobierno británico ha reiterado que su apoyo a Ucrania sigue siendo «inquebrantable». Un portavoz del primer ministro Keir Starmer afirmó que el compromiso británico se mantiene en los 3.000 millones de libras anuales “durante todo el tiempo que sea necesario”. Sin embargo, el uso de los misiles ‘Storm Shadow’ continúa siendo un tema sensible. Downing Street ha aclarado que no ha habido ningún cambio en la política sobre el uso de estos misiles, insistiendo en que su empleo debe limitarse al territorio ucraniano reconocido internacionalmente.
Reacciones y perspectivas internacionales
El Ministerio de Defensa británico ha evitado comentar oficialmente sobre el uso de estos tanques en territorio ruso, pero un portavoz reconoció que «el derecho de Ucrania a la autodefensa no excluye operaciones dentro de Rusia». Esta declaración ha sido interpretada como una aparente contradicción respecto a las restricciones impuestas sobre los misiles ‘Storm Shadow’. Cabe recordar que en mayo, el exministro de Exteriores David Cameron ya había dado luz verde al uso de armamento donado por Londres en Rusia, siempre que se respetara el derecho internacional.
Mientras tanto, Moscú ha acusado a Occidente de estar detrás de los ataques en territorio ruso, y el uso de armamento británico en estas incursiones podría reforzar esa narrativa. En paralelo, Estados Unidos ha mantenido una postura cautelosa sobre el uso de armas de largo alcance en territorio ruso, temiendo una escalada directa entre Occidente y Rusia. Según The Times, Reino Unido solicitó a Estados Unidos levantar las restricciones sobre estas armas, pero el proceso se ha estancado ante las preocupaciones de Washington sobre un posible aumento de las tensiones.