El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido colocar a su ministro José Luis Escrivá al frente del Banco de España, desatando la oposición frontal del PP. Por lo tanto, la reciente oferta de Sánchez a los populares para negociar la renovación de esta entidad clave en el aparato económico del Estado ha fracasado. A pesar de que el Banco de España debería ser una institución independiente, el presidente ha dado este paso pocas semanas después de acordar con el PP una reforma para evitar que ministros pasen a ocupar cargos en el poder judicial, buscando proteger su independencia.
Precedentes y críticas del PP
Esta no es la primera vez que Sánchez coloca a ministros en puestos sensibles, como ocurrió con Dolores Delgado en la Fiscalía General del Estado o Juan Carlos Campo en el Tribunal Constitucional, desoyendo así las promesas de regeneración que realizó en 2018. Con el nombramiento de Escrivá, que será oficial este miércoles, el PP verá reducida su cuota de poder en el Banco de España a su nivel más bajo en 30 años. Desde la aprobación de la Ley de Autonomía del Banco de España en 1994, el principal partido de la oposición siempre había contado con al menos dos representantes en la cúpula de diez miembros, pero a partir de ahora sólo tendrá uno, el economista Fernando Fernández.
Fuentes gubernamentales han defendido la independencia y cualificación del ministro para el cargo, subrayando que no es militante del PSOE. Además, aseguran que los populares aún tienen tiempo para designar «sin restricciones» al futuro subgobernador o subgobernadora, hasta «el último momento». Sin embargo, el grupo político rechaza esta oferta, señalando que aceptar el nombramiento de un subgobernador sería «blanquear a Escrivá». Una alta fuente del PP indicó que «mantener a Escrivá hace inviable el acuerdo» y que «no participaremos en la ocupación de organismos independientes».
La tensión por el nombramiento de Escrivá
El propio Alberto Núñez Feijóo, ha criticado duramente el nombramiento, declarando que «con nosotros no cuenten en esta nueva invasión del Banco de España«. Aunque no cuestiona la cualificación técnica del candidato, que tiene una amplia trayectoria en el Banco de España y otras instituciones internacionales, su objeción se centra en el hecho de que pase directamente del Ejecutivo a una institución que debería ser independiente.
La respuesta del Gobierno
El Gobierno, por su parte, argumenta que existen precedentes de exministros ocupando cargos en bancos centrales, como Mario Centeno en Portugal o Martin Kocher en Austria. Sin embargo, en el caso del Banco de España, la particularidad radica en que debe asesorar al Gobierno en política económica y emitir informes con independencia. La primera comparecencia parlamentaria prevista de Escrivá como gobernador será para opinar sobre el anteproyecto de Presupuestos del Estado para 2025, lo que genera preocupación por un posible conflicto de intereses dado que Escrivá ha estado participando en su elaboración hasta su cese como ministro.