El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, subrayó el jueves 26 de septiembre la urgencia de actuar frente a la crisis en Venezuela, afirmando que «no podemos conformarnos solo con declaraciones conjuntas», y que es necesario pasar a «acciones conjuntas». Estas declaraciones fueron hechas en una reunión ministerial celebrada en Nueva York, al margen de la Asamblea General de la ONU, donde se abordó exclusivamente la situación en Venezuela tras las elecciones presidenciales.
Durante su intervención, Blinken insistió en que el «único objetivo es asegurar que la voluntad y los votos del pueblo venezolano sean respetados», para que los ciudadanos puedan decidir sobre su futuro. Criticó que el presidente Nicolás Maduro intenta negar ese derecho y «reforzar su control del poder», bloqueando cualquier avance democrático.
Para Estados Unidos, según Blinken, los próximos meses hasta el 10 de enero, fecha de la toma de posesión presidencial en Venezuela, son fundamentales. En este sentido, hizo un llamado a la comunidad internacional a continuar exigiendo a Maduro que cese la represión contra manifestantes pacíficos y opositores, y que libere a todos los detenidos políticos.
El funcionario también señaló la importancia de permitir el regreso de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y de la misión independiente de investigación de la ONU a Venezuela. «Debemos utilizar todas las herramientas a nuestra disposición para responsabilizar a los culpables de las graves violaciones a los derechos humanos cometidas contra el pueblo venezolano», añadió Blinken.
Además, Blinken pidió un aumento de la ayuda humanitaria para los más de 7,7 millones de migrantes venezolanos, con especial énfasis en la necesidad de mejorar las condiciones de vivienda tanto para ellos como para los países de acogida. También destacó que es crucial exigir al régimen de Maduro que garantice la seguridad de las embajadas, consulados y el personal diplomático, así como la protección de aquellos que buscan asilo en estas misiones diplomáticas.
En la reunión, a la que asistieron más de 30 países, se acordó emitir una declaración conjunta. Sin embargo, algunos países como Colombia, Brasil y México no participaron en el encuentro. Aunque no reconocen a Nicolás Maduro como presidente electo, estos países han solicitado que se publiquen los resultados electorales desagregados.
Finalmente, Blinken reiteró que el compromiso principal de Estados Unidos es «defender los derechos humanos del pueblo venezolano» y aseguró que apoyarán cualquier diálogo que conduzca al «retorno pacífico a la democracia».
