Las cosas no podrían haber ido de forma más perfecta para Barcelona en esta jornada de domingo. Sumó de a tres, lo que le permitió sostener su ventaja sobre el Madrid. Goleó y aplastó a Sevilla, tal como lo hiciera con Valladolid, Girona, Villarreal y Alavés en lo que va de esta Liga. Celebró el regreso de Gavi después de un año y hasta se dio el lujo de cuidar jugadores en el segundo tiempo de cara a una semana a pura exigencia con Bayern Munich y Real Madrid en el horizonte cercano. Ideal.
Flick no quiso especular y saltó al campo del Montjuïc con lo que mejor que tenía a disposición. La visita, de andar muy irregular aunque envalentonada por su victoria en el último derbi, sorprendió con unos primeros minutos muy correctos en los que incluso pudo adelantarse en el marcador. Pero un evitable penalti de Peque sobre Raphinha pasados los 20′ modificó el rumbo del partido. Lewandowski lo cambió por gol y a partir de allí, fue todo del Barça.
Sevilla todavía no se había recuperado del primer golpe que instantes después ya estaba recibiendo el segundo luego de una gran acción colectiva. Recuperó Pedri detrás de mitad de cancha, Raphinha tocó para Lewandowski y este abrió para Lamine, quien hizo la pausa justa para tocar nuevamente al medio. Koundé la dejó pasar y Pedri, a la carrera, sacó un derechazo que colgó en el ángulo del primer poste. Golazo y 2 a 0.
Como si fuera poco, antes del descanso llegaría la sentencia. Tras un córner desde la izquierda, el balón llegó a Raphinha en la puerta del área. El brasileño remató a puerta, pero Robert, siempre donde hay que estar, la desvió a la red. Parecía fuera de juego, pero nadie levantó la bandera.
Goleada y rotación
Antes de bajar la marcha y comenzar con la rotación de jugadores, Barcelona fue por más. Raphinha estuvo en varias ocasiones cerca del gol, lo mismo que Lamine, que en la primera del segundo tiempo casi hace el gol de la fecha con un remate de borde externo que obligó la estirada de Nyland. Sevilla, por su parte, recién se atrevió a pisar el área de Peña con fuerza a los 57′. Era penalti a de Cubarsí a Romero, pero anulado por fuera de juego en el inicio de la jugada.
Promediando el complemento, Flick tomó la decisión de empezar a cuidar futbolistas. El partido se prestaba para ello y así fue como Lewandowski, Raphinha y Lamal cedieron sus lugares para Pau Víctor, Fermín y Ansu Fati, quien casi vuelve al gol con un cabezazo muy claro que nuevamente Nyland se encargó de contener. A los 83′ se produjo el tan esperado regreso de Gavi, quien recibió la cinta de capitán de parte de Pedri frente a un estadio colmado que no dejó de ovacionarlo.
En el cierre, Pablo Torre dejó su firma en el resultado con dos tantos. El primero tras un pase de Koundé y aprovechando un desvío en Marcão, y el segundo de un tiro libre con rosca perfecta que nadie se atrevió a tocar, ni siquiera el portero del Sevilla. Antes, Stanis Idumbo había puesto el 1-4 transitorio ante una defensa culé que salió a marcar demasiado adelante.
