Este martes, se ha presentado el primer informe sobre la salud de las personas trans y no binarias en España y los resultados apuntan a que la mayoría han ocultado su identidad en algún aspecto de su vida por miedo. La encuesta Transaludes, llevada a cabo por el Instituto de Salud Carlos III, muestra que cuatro de cada diez personas encuestadas manifestaron que sus profesionales de la salud no sabían cómo atender al colectivo, y una de cada diez indicó que el personal que las atendió le dijo que ser trans o no binaria es una enfermedad.
Un 8 % de personas trans y no binarias no empieza un tratamiento de reemplazo hormonal por miedo al rechazo o a las barreras sanitarias. Por estos motivos, prefirieron acudir a la sanidad privada dos tercios de las personas encuestadas que se han hecho alguna cirugía de reafirmación de género, como puede ser una feminización facial, una faloplastia o una lipoescultura. Además, muchas personas trans o no binarias con vagina nunca han acudido a una consulta de ginecología.
Más depresión
Otro de los grandes temas del estudio ha sido la salud mental, ya que está “altamente influenciada por la discriminación estructural”, ha indicado el equipo del Instituto de Salud Carlos III. Así, cuando se les consultó a los participantes si algún médico les había diagnosticado alguna enfermedad o trastorno en los últimos 12 meses, las respuestas relacionadas con la salud mental quedaron muy por encima de otras enfermedades. El 47,5% respondió que habían sido diagnosticados de ansiedad, el 39,6% de depresión y el 29,4% de otros problemas de salud mental.
Los investigadores también han advertido sobre las altas cifras de autolesiones e ideas suicidas en el colectivo. En el grupo de los hombres trans, el 67% contestó que se había autolesionado alguna vez en la vida; en las mujeres trans, un 44,1%, y en las personas no binarias, un 67,4%.
En cuanto al suicidio, en los hombres trans, el 76,4% tuvo pensamientos suicidas y el 37,6% llevó a cabo un intento de suicidio; en las mujeres trans, el 68,1% sufrió pensamientos suicidas y el 36,7% lo intentó. En cuanto a las personas no binarias, 8 de cada 10 tuvo pensamientos suicidas y 4 de cada 10, intentos suicidas.
La discriminación estructural y las barreras para la transición son algunos de los factores que deterioran la salud mental e incrementan la idea suicida. Por ejemplo, el estudio menciona que la ideación suicida en los últimos 12 meses incrementa en un 25% si hay barreras para el cambio de nombre registral, en un 33% si hay barreras al cambio de sexo registral, 57% si hay barreras para la transición hormonal y 78% si hay barreras para la transición quirúrgica.
El estudio ha consistido en una encuesta online y anónima que han contestado 1.823 personas trans y no binarias de todo el país. El 35% de las personas participantes son hombres trans, el 23% mujeres trans y el 42% personas no binarias, con una edad media de alrededor de 26 años.