El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez, lideran la demanda de conciliación presentada por el PSOE contra el empresario Víctor de Aldama. Esta acción legal, presentada este viernes, es el paso previo a una querella por injurias y calumnias, tras las graves acusaciones que el comisionista de la trama Koldo realizó en su declaración voluntaria ante el juez.
La demanda también cuenta con la firma de destacados miembros del partido, como los ministros Ángel Víctor Torres y María Jesús Montero, el jefe de Gabinete Carlos Moreno, el secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán y el exministro Salvador Illa, actual presidente de la Generalitat de Cataluña. Aunque inicialmente no estaba contemplado, Begoña Gómez también se ha sumado al escrito.
Graves acusaciones y la respuesta socialista
El detonante de la demanda fueron las declaraciones de Aldama, quien aseguró que Sánchez estaba al tanto de las actividades de la trama y que incluso agradeció personalmente su colaboración durante un encuentro en 2019. El empresario también afirmó haber entregado sobres con grandes sumas de dinero en concepto de comisiones a figuras clave del PSOE, incluyendo al exministro José Luis Ábalos y al actual jefe de Gabinete, Carlos Moreno. Entre las acusaciones más resonantes, Aldama señaló que habría entregado 400.000 euros en efectivo a Ábalos y 250.000 euros a Koldo García, de los cuales 15.000 habrían llegado al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Asimismo, implicó a la ministra María Jesús Montero en reuniones por videoconferencia y aseguró que el ministro Ángel Víctor Torres, cuando era presidente de Canarias, le solicitó 50.000 euros. No obstante, este último pago nunca se habría realizado.
El Gobierno de Canarias adjudicó contratos por valor de 9,8 millones de euros a empresas vinculadas a la trama para la compra de mascarillas durante los primeros meses de la pandemia.
Negación rotunda
El PSOE ha calificado las afirmaciones de Aldama como “absolutamente falsas, difamatorias y calumniosas”. Según el partido, estas declaraciones buscan no solo dañar la imagen personal de los implicados, sino también al Gobierno y al PSOE en su conjunto. En el texto de la demanda, los socialistas acusan a Aldama de actuar con “intencionalidad política” y con fines “espurios”.
Sánchez no ha dudado en desmentir categóricamente las acusaciones. Refiriéndose a Aldama como un “personaje”, ironizó en el Congreso sobre la improbabilidad de los hechos narrados, asegurando que las declaraciones eran “categóricamente falsas”. Por su parte, María Jesús Montero afirmó que Aldama “no aportará pruebas porque no hay nada”, mientras que Ángel Víctor Torres señaló que “la mentira no puede salir gratis” y avanzó que esta demanda es solo el inicio de un proceso más amplio.
A su salida de prisión, Víctor de Aldama lanzó un desafío directo al presidente del Gobierno: “Que no se preocupe el señor Sánchez, que va a tener pruebas”. No obstante, el PSOE ha minimizado la credibilidad del empresario, mientras que desde la oposición, el Partido Popular amenaza con impulsar una moción de censura que, por ahora, no cuenta con los apoyos necesarios.