El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) celebra entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre su 41º Congreso Federal en Sevilla, un evento crucial para redefinir su rumbo tras un ciclo electoral marcado por resultados desiguales en 2023 y 2024. Con Pedro Sánchez como único candidato a liderar el partido, el congreso será una oportunidad para consolidar su figura y avanzar en la reestructuración de liderazgos territoriales, que afecta a federaciones clave como Madrid, Andalucía, Aragón, Castilla y León, La Rioja, Cantabria y Extremadura.
Reelección de Pedro Sánchez y refuerzo de Ferraz
El presidente del Gobierno será reelegido secretario general del PSOE por cuarta vez consecutiva, ratificando su control sobre el partido. Su liderazgo no será desafiado en este cónclave, lo que permitirá a Ferraz centrar sus esfuerzos en resolver tensiones internas y planificar estrategias para los próximos retos electorales, incluyendo las generales y autonómicas de 2027.
Sin embargo, las divisiones en diversas federaciones reflejan la complejidad del momento. Castilla y León, por ejemplo, ha sido escenario de un pulso entre Ferraz y Luis Tudanca, cuyo intento de adelantar las primarias fue bloqueado. En Cantabria, la lista de delegados dividió al partido en dos bloques, evidenciando las dificultades para alinear a las bases con las directrices de la dirección nacional.
Renovación de los líderes territoriales
El congreso marca el inicio del proceso de renovación de liderazgos regionales, una tarea que Ferraz busca controlar estrechamente. Madrid ya enfrenta una situación complicada tras la dimisión de Juan Lobato, quien denunció presiones y falta de apoyo desde Moncloa. Su salida abre la puerta a nuevos nombres, con Óscar López como posible sucesor.
En Andalucía, el anfitrión del congreso, Juan Espadas, también enfrenta críticas por su gestión y conexión con las bases. A pesar del respaldo inicial de Pedro Sánchez en 2021, un sector del partido pide su relevo, y las ‘Bases Andaluzas Socialistas’ preparan una candidatura alternativa.
Otras federaciones, como Aragón y La Rioja, también atraviesan momentos de incertidumbre. En Aragón, la figura de Pilar Alegría, ministra de Educación, se perfila como una opción respaldada por Ferraz, mientras que en La Rioja, el alcalde de Arnedo, Javier García, se presenta como sucesor de Concha Andreu, quien no buscará la reelección.
Financiación autonómica y la cuestión catalana
El tema de la financiación autonómica genera una división notable dentro del PSOE. De las enmiendas presentadas, 400 están centradas en este asunto, reflejando la preocupación de federaciones como Aragón, León, La Rioja y Asturias sobre el impacto del modelo singular acordado entre el PSC y ERC. Estas agrupaciones rechazan de manera explícita el principio de ordinalidad defendido por Salvador Illa y abogan por un sistema que garantice la igualdad entre todas las comunidades autónomas.
Este debate no solo enfrenta a los socialistas de distintas regiones, sino que también supone un desafío estratégico para el liderazgo del partido, que busca equilibrar la equidad territorial con los compromisos adquiridos con ERC durante las negociaciones de investidura. A pesar de los esfuerzos de Ferraz por incluir garantías de equidad en la ponencia marco, el modelo financiero catalán sigue siendo motivo de preocupación entre los barones autonómicos.
Un Congreso para reafirmar la unidad del partido
Aunque el lema del congreso, «España adelanta por la izquierda», refleja la intención de proyectar una imagen unitaria, los choques internos podrían empañar este objetivo. Las tensiones entre sectores críticos y afines a la dirección nacional evidencian la necesidad de Ferraz de fortalecer su control sin alienar a las bases regionales.
Además, el congreso será una plataforma para abordar temas estratégicos como la composición de la Comisión Ejecutiva Federal y las prioridades programáticas de cara al futuro. Líderes como María Jesús Montero y Santos Cerdán, cercanos a Sánchez, mantendrán previsiblemente sus posiciones, aunque no exentos de polémicas como el caso Koldo, que ha generado ruido mediático.
Enmiendas presentadas por los militantes
Agrupaciones como el PSOE de Vizcaya, Cantabria y La Rioja han presentado enmiendas para que el partido revierta su apoyo al plan de autonomía marroquí. Estas propuestas exigen retomar el papel de España como mediador en el proceso de descolonización, reconociendo a la República Árabe Saharaui Democrática y defendiendo el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.
Además, algunos sectores han ido más allá al denunciar al régimen de Marruecos por su carácter autoritario y las violaciones de derechos humanos. La postura adoptada por el Gobierno ha provocado tensiones con Argelia, un socio estratégico en el ámbito energético, y ha generado malestar dentro del partido, especialmente en regiones con mayor sensibilidad hacia la cuestión saharaui.
Agrupaciones de León capital y Valencia de Don Juan han planteado enmiendas que defienden el derecho de León a convertirse en la 18.ª comunidad autónoma de España. Según los socialistas leoneses, la unión con Castilla ha perjudicado a la provincia en términos demográficos y económicos, y proponen que la nueva región leonesa pueda incluir a Zamora y Salamanca si así lo deciden sus ciudadanos.
Con enmiendas de hasta 14 agrupaciones, el modelo de Estado será otro tema clave en Sevilla, exigiendo avances hacia una república federal. Juventudes Socialistas e Izquierda Socialista han propuesto la abolición de la monarquía y la convocatoria de un referéndum vinculante antes de 2030 para decidir entre monarquía parlamentaria y república.