Hay que reconocer que, en la audiencia general, un gran sector no aprecia el género musical en el cine. Sin embargo, muchas veces se afirma esto y luego ciertas películas logran una enorme recaudación. Por ejemplo, en diciembre de 2012 se estrenó Los Miserables, una producción con un costo de 60 millones de dólares que recaudó más de 560 millones, convirtiéndose en un éxito increíble. En 2017 se estrenó La Bella y la Bestia (versión live-action), una adaptación de uno de los grandes clásicos de Disney. Con un presupuesto elevado de 260 millones de dólares, consiguió recaudar más de 1.200 millones, siendo no solo muy rentable, sino también uno de los mayores éxitos de la década para la marca Disney. Esto marcó el inicio de una avalancha de adaptaciones live-action por parte de la compañía.
Estos son dos claros ejemplos de grandes éxitos siendo musicales. Obviamente, no nos engañemos: sus obras originales y las historias de las que provenían ya eran muy populares, pero aun así, lograron entusiasmar a la audiencia general. Sin embargo, no todos los musicales corren con la misma suerte. Por ejemplo, este año se estrenó Joker 2, que, aunque no es un musical típico, incorpora muchas escenas de este estilo. La película fue un fracaso en taquilla y recibió un aluvión de críticas negativas del público general. Desde el lanzamiento del tráiler, donde se anunciaba que esta secuela sería muy diferente a la primera entrega —un drama puro—, muchos espectadores rechazaron la propuesta debido al cambio de género y al efecto musical. Las reacciones del público y los comentarios en redes sociales evidenciaron esta desconexión, y las críticas negativas terminaron sentenciando su desempeño en salas. Este es un claro ejemplo de lo que puede causar un mal manejo del género musical: rechazo previo y resultados desastrosos en taquilla.
Por otro lado, un caso positivo y sorprendente fue Tick, Tick… Boom! (2021), una película de Netflix protagonizada por Andrew Garfield. Este musical recibió grandes elogios en general y consiguió incluso dos nominaciones al Oscar. Esto demuestra que, aunque el género musical no sea del agrado del público general —al menos según lo que se percibe en redes sociales, comentarios y demás—, producciones con nombres reconocidos, adaptaciones famosas, el boca a boca y una buena calidad cinematográfica pueden superar el prejuicio inicial y atraer a la audiencia.
Todo esto nos lleva a Wicked, la película de la que vengo a hablar hoy. Actualmente en cartelera, adapta uno de los musicales más famosos de la historia de Estados Unidos, traído directamente desde Broadway. La película ha recibido puntuaciones muy altas en las principales páginas especializadas en cine y ha sido valorada positivamente por la audiencia. Además, tuvo una de las mejores aperturas nacionales de taquilla en el país, y su desempeño global también ha sido sólido. Todo apunta a que será uno de los éxitos del año en todos los aspectos.
¿Es tan buena como dicen?
Lo primero, lo reconozco, y no pasa nada; se tiene que ir de frente e intentar ser transparente siempre que se pueda. Cuando salieron las primeras imágenes de esta película, mi atención estaba por los suelos. No me llamaba en absoluto, y mi olfato decía que se venía algo sin alma y cliché. Pero… a medida que fueron saliendo más avances, tráileres, y se empezaron a escuchar primeras impresiones muy positivas, efectivamente, tras ya haber visto Wicked en cines, ha callado todas mis dudas y reticencias, convirtiéndose en una de mis sorpresas más grandes, por no decir la que más de este año.
Todo ha lucido a un nivel absolutamente increíble. La producción, con muchos escenarios prácticos construidos desde cero, ha sido realmente muy buena, acompañada de grandes efectos visuales y un pulido impecable de CGI muy digno. La gran fotografía y, para sorpresa, un excelente uso de la dirección y los planos que envuelven a los personajes, sus historias y el mundo del mago de Oz, te dejarán boquiabierto.
No pretendo engañar a nadie; lo mencioné al principio: creía que sería un musical cursi para niños pequeños, sin apenas profundidad. Y ha sido todo lo contrario, uno de esos casos en los que las primeras impresiones me han fallado. También en mi defensa, digo que es difícil que me pase esto, y más en la industria actual. Pero ojalá me equivocara siempre, porque yo soy el primero que, en cuanto ve una buena película y sale del cine, es muy feliz.
Esta película nos cuenta la historia de cómo una niña que nace con la piel de color verde, termina convirtiéndose, cuando es mayor, en la famosa Bruja del Oeste malvada, que conocemos de los clásicos como El mago de Oz (1939) del cineasta Victor Fleming, donde esa bruja aparecía, mucho tiempo antes de que la famosa Dorothy, personaje icónico del cine, llegara a la tierra de Oz. Wicked se centra en una historia en torno a las brujas de la tierra de Oz: Elphaba, interpretada por la increíble Cynthia Erivo, es la bruja, y Glinda, interpretada por la famosa cantante Ariana Grande, que también está estupenda, es la bruja del norte, la buena, por así decirlo.
Un cuento sobre el amor, la aceptación de nosotros mismos, las discriminaciones sociales, la amistad y la confianza, con grandes oscuros secretos, tragedias y drama que se revelan de los personajes, en un mundo puro de fantasía con colores llamativos que, incluso, puede que os recuerde a Harry Potter, donde la magia, los hechizos, los animales que hablan y los artilugios que imaginamos en los cuentos de nuestra infancia son protagonistas.
Serán dos películas; esta ha sido la primera parte, pero la segunda parte se estrenará a finales de 2025.
Por supuesto, dejo muy claro: si no te gustan los musicales, ni se te ocurra ir al cine. Así lo digo, es una obra cinematográfica musical con todas sus letras. Ahora, si te gustan los musicales, es una de las experiencias más espectaculares que he visto del género, ¡imperdible! Aparte, hace homenaje al cine clásico, a las obras de antaño del Mago de Oz, y sabe contar su propia historia con identidad, además de contar con un dúo actoral con gran química. Tiene partes climáticas emocionales que funcionan a la perfección y trata temas muy necesarios hoy en día.
En este caso, las apariencias me han engañado, y para bien, así que tenemos que celebrar que Wicked es un peliculón musical recomendado, y tiene pinta de que va a cosechar grandes éxitos. Su segunda parte será un gran evento, o al menos todo apunta a ello. Yo seré de los que no se pierdan su estreno.