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España ha decidido incrementar la ayuda a Ucrania frente a la invasión rusa al enviar un nuevo lote de sistemas de misiles tierra-aire MIM-23 HAWK. Este armamento, clave en la defensa aérea, fue entregado el pasado fin de semana a las Fuerzas Armadas ucranianas, marcando otro paso en el respaldo internacional al país invadido.
El sistema HAWK, fabricado originalmente por la empresa estadounidense Raytheon en la década de 1950, ha sido modernizado con el tiempo. Ucrania ya opera una versión actualizada, conocida como Hawk Fase III, que fue adaptada en los años 90 para mejorar su eficacia en el combate aéreo.
Un veterano probado en combate
Conocido por su fiabilidad, el sistema HAWK debutó en Estados Unidos en 1959 como la principal defensa aérea del país hasta la llegada del sistema Patriot en los años 90. Aunque nunca fue empleado en combate por las fuerzas estadounidenses, otros países, como Israel e Irán, han demostrado su capacidad en conflictos reales.
Durante la guerra entre Irán e Irak en los años 80, el HAWK fue utilizado para derribar múltiples aviones iraquíes, consolidando su reputación como un sistema efectivo a pesar de su antigüedad.
El HAWK destaca por ser móvil y fácil de modernizar, lo que le permite mantener su relevancia en conflictos actuales. Es particularmente eficaz contra amenazas como drones lentos, aviones tripulados y misiles de crucero. Además, su compatibilidad con otros sistemas modernos, como el NASAMS (Sistema Nacional Avanzado de Misiles Tierra-Aire), refuerza su utilidad en la defensa integrada de Ucrania.
Características técnicas y adaptaciones modernas
El alcance operativo del HAWK alcanza los 50 kilómetros, mientras que su techo de vuelo llega a los 65.000 pies, lo que lo hace apto para interceptar una amplia variedad de objetivos aéreos. Su modernización en 1995 incluyó la incorporación de una ojiva diseñada específicamente para neutralizar misiles balísticos de corto alcance, incrementando aún más su versatilidad en el campo de batalla.
A pesar de haber sido desarrollado hace más de seis décadas, el sistema HAWK continúa siendo una herramienta eficaz para las fuerzas ucranianas, que enfrentan una guerra compleja y de alta intensidad. La contribución española subraya el compromiso de sus aliados en dotar a Ucrania con recursos que le permitan resistir la agresión rusa y proteger su soberanía.