Las facciones armadas opositoras al régimen sirio, lideradas por el Organismo de Liberación del Levante y apoyadas por Turquía, han logrado penetrar este viernes en los barrios de Hamdaniya y Nuevo Alepo, en el oeste de la ciudad de Alepo, tras tres días de enfrentamientos violentos con las fuerzas gubernamentales sirias. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el avance se produjo tras un doble atentado suicida con coches bomba.
La Administración de Operaciones Militares de los insurgentes anunció su avance a través de Telegram, donde pidió cooperación a los residentes locales para expulsar al Ejército del presidente Bashar al Asad. «Con la ayuda de Dios, nuestras fuerzas están penetrando en los barrios», afirmaron los rebeldes.
Los combates, que comenzaron el miércoles, han resultado en un saldo mortal de al menos 255 personas, según cifras del Observatorio, incluyendo 24 civiles, la mayoría de ellos víctimas de bombardeos aéreos rusos, 144 combatientes opositores y 87 soldados del régimen y sus aliados. Además, los enfrentamientos han dejado decenas de vehículos blindados destruidos y 17 drones derribados, según el Ejército sirio.
El Observatorio destacó que los enfrentamientos en Alepo y sus alrededores son los más intensos registrados en un brillo. Las facciones opositoras, respaldadas por Turquía, habrían capturado más de 50 localidades en los últimos días, incluido el estratégico Centro de Investigación Científica, ubicado en las afueras de Alepo.
Según datos del Observatorio al menos 225 personas han resultados muertas durante el ataque
El régimen de Bashar al Asad ha respondido reforzando sus posiciones y acusando al Organismo de Liberación del Levante, conocido anteriormente como Frente al Nusra, de emplear armas pesadas, drones y «grandes contingentes de combatientes extranjeros». En un comunicado, la comandancia militar aseguró que las fuerzas sirias han infligido «grandes pérdidas» a los atacantes y continúan repeliendo la ofensiva.
El Organismo de Liberación del Levante controla gran parte de la vecina provincia de Idlib, último bastión opositor en Siria, donde desde 2020 estaba en vigor un alto el fuego negociado entre Rusia y Turquía. Sin embargo, los ataques recurrentes del régimen sirio habrían provocado la ruptura de la tregua y desatado esta ofensiva.
Los enfrentamientos en Alepo reflejan la fragilidad del equilibrio en Siria, donde las alianzas internacionales juegan un papel crucial. Rusia, aliada del régimen sirio, y Turquía, principal apoyo de los rebeldes, siguen involucradas en una guerra civil que ha devastado el país desde 2011.