Irán iniciará en los próximos días un ejercicio de exhibición en el que llevará a cabo un despliegue de fuerza sin precedentes, con maniobras militares masivas, la prueba de sistemas de defensa en instalaciones nucleares y la revelación de ciudades subterráneas repletas de armamento. Esto, en un momento de debilitamiento de aliados de Teherán en la región -el régimen de Bashar Al-Assad en Siria y Hizbulá en Líbano, y con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Las autoridades iraníes han bautizado la operación como «fuerza» y contará con la participación de la mayoría de los cuerpos militarizados del país, desde el ejército a la Guardia Revolucionaria y también las fuerzas paramilitares Basij. La agencia de noticias Tasnim informó de que la primera fase de los «ejercicios conjuntos de ‘Fuerza'» ha empezado con maniobras militares cerca de las instalaciones nucleares de Natanz, en el centro del país, «bajo las órdenes del comandante del cuartel de defensa aérea».
“En esta etapa de la maniobra, las unidades de defensa aérea llevan a cabo una defensa integral del complejo nuclear frente a una gran cantidad de amenazas aéreas, bajo condiciones difíciles de guerra electrónica”, destacó el general de brigada Qader Rahimzade, comandante de la Base de Defensa Aérea Jatam Al-Anbia del Ejército. En el primer día de los ejercicios, que continuarán hasta mediados de marzo, se han presentado nuevos sistemas de defensa aérea de fabricación nacional.
Aparte de los ejercicios en lugares clave para el enriquecimiento de uranio, las fuerzas navales también se desplegarán en el estrecho de Ormuz, punto estratégico para un tercio del comercio mundial de petróleo y que Irán usa -amenazando con su cierre- como arma arrojadiza contra sus enemigos.
Amenazas
Según el portal estadounidense Axios, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca Jake Sullivan ha propuesto al presidente saliente, Joe Biden, opciones para un posible ataque contra instalaciones nucleares en Irán, en caso de que el país avance hacia el desarrollo de armas nucleares antes del 20 de enero, fecha en la que el mandatario demócrata concluye su mandato. Estos ejercicios militares comenzaron pocos días después de que se difundiera esta información.
Durante su primer mandato (2016-2020), Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015 firmado entre Irán y potencias mundiales, reimpuso sanciones económicas y adoptó una política de “máxima presión” contra el país. Como resultado, Irán ha aumentado el nivel de enriquecimiento de uranio al 60%, acercándose al 90% necesario para la fabricación de armas nucleares, una posibilidad que genera preocupación en Occidente.
El programa nuclear de Irán continúa generando controversia a nivel internacional, con Teherán rechazando repetidamente las acusaciones del mundo occidental sobre sus intenciones de desarrollar armas nucleares.