Las imágenes compartidas por el periodista Hoshang Hasan, publicadas originalmente en plataformas que apoyan a Turquía y al Ejército Nacional Sirio (SNA, por sus siglas en inglés) —este último respaldado por Turquía—, muestran claramente un ataque deliberado contra manifestantes desarmados en la presa de Tishreen (Tişrîn), ubicada en el norte de Siria.
«Un video publicado por plataformas que apoyan al ejército turco y al SNA muestra un dron turco apuntando deliberadamente a los manifestantes en la presa de Tishreen, en el norte de Siria«, afirmó Hasan al compartir las imágenes en X (anteriormente Twitter). «Los manifestantes exigen el fin de los ataques turcos y de los ataques de sus grupos aliados«.
A video published by platforms supportive of the Turkish army and the SNA shows a deliberate targeting by a Turkish drone of protesters at the Tishreen Dam in northern Syria. The protesters are demanding an end to the Turkish attack and the assault by its allied factions. pic.twitter.com/IM5RoZMdSr
— Hoshang Hasan (@HoshangHesen) January 21, 2025
El ejército turco y los mercenarios bajo su mando han intensificado sus operaciones contra el norte y el este de Siria (Rojava), centrándose en puntos estratégicos como Manbij (Minbîc) y Qara Quzak (Qere Qozaq). Después de sufrir grandes pérdidas contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por los kurdos, los grupos yihadistas respaldados por Turquía han cambiado sus tácticas, dirigiendo ahora sus ataques hacia civiles e infraestructuras vitales.
Desde principios de diciembre, los ataques se han centrado en sitios estratégicos como la presa de Tishreen y el puente Qara Quzak en el río Éufrates, que son esenciales para el suministro de energía y agua en la región.
Los manifestantes han mantenido una vigilia de protesta en la presa desde el 8 de enero, exigiendo el fin de los ataques turcos y los asaltos de sus facciones aliadas. Sin embargo, los ataques aéreos selectivos han continuado, provocando la muerte de al menos 17 civiles y dejando decenas de heridos desde el inicio de la protesta.
Intensificación de los ataques contra civiles desde principios de enero
El 8 de enero, un ataque con aviones no tripulados turcos alcanzó a civiles que protestaban contra el bombardeo de la presa de Tishreen. Este ataque dejó bajas entre los manifestantes desarmados, lo que generó alarma por la escalada de violencia contra la población civil.
El 15 de enero, Turquía lanzó un ataque contra un convoy que se dirigía a la presa para unirse a la protesta, matando a un civil e hiriendo a cuatro más. Horas después, las fuerzas turcas bombardearon directamente la presa, causando la muerte de tres civiles y dejando al menos a siete heridos, incluidos tres civiles que custodiaban la instalación.
El 16 de enero, otro ataque aéreo contra la presa provocó la muerte de varios civiles y dejó a diez personas heridas. Fuentes locales advirtieron sobre el riesgo de inundaciones catastróficas si la presa colapsaba, lo que amenazaría el suministro de electricidad y agua en la región.
Entre el 8 y el 21 de enero, una serie de ataques aéreos intensificó la crisis, cobrando vidas de trabajadores de la salud y periodistas. Incluso las ambulancias que transportaban a los heridos fueron atacadas. El 21 de enero, los ataques aéreos turcos golpearon nuevamente la sentada pacífica, matando a dos civiles e hiriendo a más de 20 personas, entre ellas cuatro periodistas. Los sobrevivientes describieron escenas de caos, con médicos luchando por asistir a los heridos bajo constante amenaza.
Desde diciembre, al menos 365 combatientes del SNA, respaldado por Turquía, han muerto en enfrentamientos con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en torno a la presa de Tishreen y el puente Qara Quzak. Por su parte, las FDS informaron de la pérdida de 81 de sus combatientes, incluidos los periodistas kurdos Nazim Daştan y Cîhan Bilgin, quienes murieron en un ataque con drones turcos mientras cubrían las líneas del frente.
Las hostilidades siguen entre las FDS y Turquía
Sin dejarse intimidar por la amenaza en curso, la población civil del norte y el este de Siria continúa desplazándose hacia la presa de Tishreen, uniéndose a las sentadas para proteger las infraestructuras críticas de agua y electricidad. Los videos de estas manifestaciones muestran a hombres y mujeres cantando en kurdo y árabe, reafirmando que mantendrán su vigilia a pesar del riesgo de nuevos ataques aéreos.
Las autoridades locales, incluidos portavoces de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), han hecho un llamamiento a la comunidad internacional, a la ONU y a la Coalición Global para Derrotar al Daesh (ISIS), solicitando su intervención inmediata. Han advertido que los bombardeos continuos podrían desencadenar un desastre humanitario y ambiental, especialmente si los daños a la presa provocan un colapso más amplio. Esto pondría en riesgo a decenas de miles de civiles y afectaría servicios vitales para la región.
