Imagen: el presidente de Francia, Emmanuel Macron y Volodímir Zelenski I AFP
La posibilidad de una tregua en Ucrania ha comenzado a ganar protagonismo en los debates internacionales, especialmente con el foro de Davos como escenario clave. Aunque el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, insiste en que cualquier acuerdo debe incluir garantías de paz sólidas, la idea de un alto el fuego promovido por Donald Trump genera escepticismo en gran parte de Ucrania.
Desde hace meses, líderes como Emmanuel Macron, presidente de Francia, y Keir Starmer, primer ministro británico, han considerado el envío de tropas internacionales para supervisar la paz y disuadir futuras agresiones rusas. Sin embargo, estos planes aún carecen de detalles concretos, y otros países, como Polonia, han rechazado tajantemente la posibilidad de enviar soldados debido a su proximidad geográfica con Rusia y Bielorrusia.
Posturas divididas en Europa
Mientras que los países bálticos han expresado su apoyo a la idea de tropas de paz, Alemania muestra una posición más ambigua. El canciller Olaf Scholz ha descartado el envío de tropas germanas, aunque Annalena Baerbock, ministra de Exteriores, declaró que Alemania estaría dispuesta a contribuir en caso de un acuerdo de alto el fuego. Incluso España, en palabras de su presidente Pedro Sánchez, ha señalado que la opción de enviar tropas «está sobre la mesa».
Sin embargo, la desconfianza hacia Vladimir Putin predomina. Tanto Zelenski como sus aliados consideran que cualquier compromiso ruso carece de credibilidad, lo que refuerza la necesidad de garantías de seguridad ofrecidas por Estados Unidos y Europa.
Tropas necesarias para la paz
Según Zelenski, asegurar la línea del frente requeriría alrededor de 200.000 soldados de naciones aliadas, una cifra que analistas consideran irrealizable. Además, el mandatario ucraniano afirmó que su país ha demostrado ser capaz de formar un ejército sólido de 800.000 soldados, pero subrayó la importancia del apoyo europeo para mantener la defensa y contrarrestar cualquier ofensiva rusa.
El enfoque de Trump y la presión sobre Moscú
Por otro lado, Donald Trump, con sus recientes declaraciones, ha dejado claro que su postura no respaldará las narrativas rusas sobre una «guerra existencial». Para el presidente, este conflicto es «estúpido» y solo conducirá a Rusia al colapso económico. Aunque sus palabras pueden influir en las dinámicas diplomáticas, las exigencias de Moscú para un alto el fuego sigue siendo inviables debido a su débil posición estratégica.
En este contexto, las conversaciones internacionales buscan definir el equilibrio entre disuadir futuras agresiones rusas y garantizar una paz duradera, aunque el escepticismo hacia Putin y las divisiones dentro de Europa complican cualquier solución inmediata.