El comisario jubilado José Manuel Villarejo sale de declarar en la Audiencia Nacional, a 14 de junio de 2022, en Madrid Carlos Luján / Europa Press
Los ataques del Partido Popular contra Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, no forman parte de una estrategia improvisada. Tal y como han publicado varios medios, hace ya una década, el Gobierno de Mariano Rajoy empezó a maniobrar para atacar a la familia de Sánchez con el objetivo de “matarlo políticamente”. Y, para ello, los populares acudieron al excomisario José Manuel Villarejo.
Ocurrió semanas después de que Sánchez fuese elegido líder del PSOE por primera vez, durante el verano de 2014. Han sido dos medios (elDiario.es y La Vanguardia) los que han publicado información acerca de las supuestas indagaciones que puso en marcha el PP ese mismo año contra la familia del presidente del Gobierno.
Además, elDiario.es y La Vanguardia han publicado grabaciones que se enmarcan en el contexto de la operación Catalunya, el dispositivo ilegal desplegado por el Gobierno de Mariano Rajoy, al menos entre los años 2012 y 2016, contra el proceso independentista.
Dicho audio fue publicado de forma parcial por primera vez en julio de 2022 por otro medio, el ABC. Los protagonistas de la charla son Villarejo y el entonces secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, y se escucha cómo pactan un plan para investigar, al margen de la ley y el control de los jueces, al suegro de Pedro Sánchez y utilizar a comisarios de la llamada ‘policía patriótica’ a obtener información que pudiese ser utilizada ante una contienda electoral contra el PSOE. El objetivo, según admitió Francisco Martínez, era “matar políticamente” a Pedro Sánchez.
“Esto lo revienta”
Es en ese contexto en el que Villarejo hace llegar a Francisco Martínez que dispone de una información “mortal” para Pedro Sánchez. El comisario acusa en primer lugar al padre de Begoña Gómez de gestionar junto a otros dos hermanos (aunque apunta que el suegro de Sánchez no figura en los papeles) varias saunas en Madrid en las que supuestamente se practica la prostitución y que habrían sido utilizadas por Villarejo y su red para tender trampas a delincuentes de distinto tipo, incluidos terroristas.
“Esto lo revienta”, llega a decir Francisco Martínez a Villarejo. “Esto además mataría políticamente a cualquiera. Pero un tío de izquierdas que va con la bandera del rollo este feminista, muy feminista y lo tiene lleno de polacas chupando pollas en una sauna”, insiste.
En otro tramo de la conversación Villarejo afirma que dispone una asociación, Transparencia y Justicia, para personarse en casos judicializados que puedan interesar al Partido Popular. Dice además que maneja al pseudosindicato Manos Limpias, el mismo que ahora ha interpuesto una denuncia contra Begoña Díaz y que ha sido acusado de chantajes y extorsión a empresas.
Es durante el último tramo de la charla cuando el número dos de Interior y el comisario Villarejo se conjuran para hacer un “trabajo fino” y pactan buscar una cita con el suegro de Sánchez. Por último, acuerdan que esa información debe hacerse llegar, directamente y de la forma más discreta, a Mariano Rajoy, a quien Villarejo se refiere como “el barandas máximo”.