Controversia y división sacuden la diócesis de Burgos a raíz de un enérgico comunicado emitido por las clarisas de Belorado y Orduña, en el que anuncian su salida de la Iglesia Conciliar mientras denuncian una supuesta «persecución» que afirman estar sufriendo. En el comunicado, firmado por la madre abadesa, sor Isabel de la Trinidad, en nombre de todas las religiosas, acusan a las autoridades eclesiásticas de Roma de negarles la «licencia de venta del convento de Derio (que probablemente permanecerá en manos de D. Mario Iceta, el arzobispo de la Diócesis burgalesa, y de la M. Presidenta hasta el fin de los tiempos…)» y de impedirles cumplir con los pagos del Monasterio de Orduña, además de rescindir el contrato de compraventa «sin previo aviso» después de tres años.
El cisma
«A lo largo de estos años, ha obstaculizado nuestra comunidad en todos los aspectos: nuestra reputación, nuestro progreso, nuestras decisiones, nuestro trabajo, nuestros recursos, nuestros seres queridos y, en última instancia, nuestra paz y tranquilidad«, declaran en el documento, según informa Diario de Burgos. «El tema de las propiedades parece ser tentador para algunos, ya que sirve de trasfondo para artimañas de las que hemos sido objeto en estos años. Es un patrón de actuación: desmantelar comunidades ‘de línea tradicional’ y quedarse con sus bienes para venderlos. Ya hemos sido testigos de varios casos», afirman las religiosas.
Pertenecientes a la Orden de Hermanas Pobres de Santa Clara, en el comunicado sostienen que el último Papa válido fue Pío XII, por lo que no reconocen a Francisco como Papa legítimo. Así, según también reporta Infovaticana, la comunidad clarisa de Belorado y Orduña anuncia su salida de «la Iglesia Conciliar a la que pertenecía» para unirse a «la Iglesia Católica bajo la autoridad y jurisdicción de D. Pablo de Rojas Sánchez-Franco, excomulgado por Mario Iceta cuando era obispo de Bilbao», a quien consideran «obispo legítimo de la Santa Iglesia Católica».
«Es posible que nos califiquen de herejes y cismáticas, de locas y muchas otras cosas, muy calumniosas y desagradables. No les creáis, al menos esta vez, no os dejéis engañar», defienden las monjas, conocidas por sus productos de repostería y que incluso han participado en eventos gastronómicos como Madrid Fusión.