Carlos Alcaraz quedó a un solo paso de volver a ser el rey de Wimbledon. Esta tarde, en el Court Central de la Catedral, superó a Daniil Medvedev por 6-7 (1), 6-3, 6-4 y 6-4 en casi tres horas de juego y el domingo reeditará la final del año pasado ante Novak Djokovic, vencedor de Lorenzo Musetti. Será su cuarto encuentro decisivo en un Grand Slam, instancia en la que hasta el momento no conoce la derrota: fue campeón del US Open 2022, de Wimbledon 2023 y de Roland Garros 2024.
Como le sucedió durante gran parte del torneo, Carlos debió remontar para quedarse con el triunfo. El primer set se definió en el Tie Break y allí el ruso fue claramente superior, quedándose con ese juego por 7-1. Fue el único momento en el que Alcaraz se sintió menos que su rival. A partir de allí prácticamente lo borró de la cancha y en las siguientes tres mangas apenas perdió un game con su saque. Una vez finalizado el choque, compartió sus sensaciones.
«Primero, estoy contento de poder jugar a cielo abierto de una vez. Él estuvo muy bien, jugó un gran tenis y fue difícil para mí. Traté de contener los nervios, de no caer en su juego, fue difícil romper la pared, pero creo que jugué un muy buen partido», aseguró. Y ya imagina la final del domingo: “Siento que no soy nuevo nunca más. Sé cómo me voy a sentir en la final, ya he pasado por ello. Voy a intentar lo que hice el año pasado y mejorar”.
Medvedev, al borde de la descalificación
Daniil Medvedev tiene un temperamento, digámoslo, complicado. Al ruso se le suele salir las cadena y encuentra en los árbitros un lugar donde descargar su furia cuando las cosas no van como él quiere. Frente a Alcaraz, el Nº5 del mundo fue protagonista de un nuevo episodio. Todo sucedió en el primer set cuando con el marcador 5-4 y 0-30 a su favor, perdió la oportunidad de cerrar la manga y lanzó palabras agresivas contra Eva Asderaki, la jueza de silla. «Fuck you» se escuchó decir de parte del campeón del US Open 2021, lo que obligó a Asderaki a consultar al supervisor del torneo por posibles sanciones. A Medvedev apenas le dieron un «warning» (advertencia) que no tuvo mayor impacto en el partido. En otra instancia, posiblemente hubiera sido descalificado.
