Los dueños del baloncesto ratificaron una vez más que en este deporte no tienen igual. Casi sin despeinarse, con el control de las acciones pese a los intentos de Francia por acercarse, Estados Unidos se impuso en la final olímpica por 98 a 87 y se colgó la medalla dorada, la quinta consecutiva y la Nº17 desde que se comenzó a disputar la competencia en Berlín 1936.
Para la vieja guardia conformada por Stephen Curry, Lebron James y Kevin Durant, estaba en juego el honor de volver a poner a Estados Unidos en lo más alto tras perder ese lugar en el último Mundial ante Alemania y el de demostrar su vigencia en medio de un debate sobre si los jugadores extranjeros de la NBA han superado a las estrellas locales. Y el trío respondió: 24, 14 y 15 puntos, respectivamente, y una mención aparte para el de los Warriors…
Cuando Francia logró ponerse a cinco puntos a falta de tres minutos para el final y se ilusionaba con dar el golpe, apareció el mejor triplero de la historia para asegurar el triunfo de los suyos y congelar el ánimo de un público francés en estado de ebullición. Cuatro triples en tres minutos (8/12 en todo el partido) que sellaron el oro. Curry los mandó a dormir.
Del lado francés destacaron Victor Wembanyama con 20 puntos, 7 rebotes y dos asistencias, y Guerschon Yabusele, con 19 tantos. No obstante, poco pudieron hacer ante la contundencia de los americanos en el aspecto ofensivo. 100% de efectividad en libres, 60% en dobles (18/30) y 53% en triples (18/34). El local se tuvo que conformar con la medalla de plata, la cuarta en su historia olímpica. En cada ocasión que los galos llegaron a una final, cayeron ante Estados Unidos (Londres 1948, Sydney 2000, Tokyo 2020 y París 2024).
Serbia se queda con el bronce
La serbia de Nikola Jokić que puso en aprietos a Team USA en las semifinales venció por 93 a 83 a Alemania y se subió al tercer escalón del podio. Consigue de esta forma su segunda medalla olímpica desde que compite en los Juegos como país independiente (antes era parte de Yugoslavia) tras la plata de Río de Janeiro 2016.