La enorme ilusión que había generado el Barça de Hans Flick con cinco triunfos en fila sufrió un golpazo esta noche en Mónaco. El equipo que se presentó en el Estadio Luis II contó con los mismos nombres que vienen arrasando en la Liga, pero jugó como el que viene patinando año tras año en Europa. Cambiaron jugadores, hay una plantilla más joven. Se mantienen los errores, las desconcentraciones.
Lo más llamativo es que la jugada que cambió el partido a los 10′ de juego la fabricó el más experimentado de los culés. En una salida desde su propia área, Ter Stegen arriesgó de más y tocó para Eric García de espaldas, quien con una marca encima perdió el balón y tuvo que cometer foul para evitar el gol. Roja directa para el volante, como la de Araujo en París. Tocaba remar desde el principio.
La situación se complicó aún más a los 16′ cuando Maghnes Akliouche encaró desde la derecha y sacó un disparo al primer palo ante un Ter Stegen sin reflejos. Mónaco arriba 1 a 0. Minamino y Embolo amagaron con estirar la diferencia, pero el que el encontró el gol fue Lamine Yamal. El nuevo crack devolvió gentilezas con la misma moneda que Akliouche: condujo de derecha a izquierda y remató en cuanto se le abrió la posibilidad para convertirse en el segundo más joven en anotar en Champions en la historia del club (el 1º sigue siendo Ansu Fati).
Un nuevo error que se paga caro
Un Mónaco más fresco gracias a los progresivos ingresos de Golovin, Ilenikhena, Caio Enrique y Balogun fue en busca del triunfo ante un Barça que no ajustaba pese a estar jugando con uno menos desde temprano. Ter Stegen apareció para contener un remate de Vanderson y Raphinha no llegó a conectar un centro de Koundé. El partido mantenía paridad, pero el equipo de Flick acabó pagando muy caro una nueva desconcentración en el fondo.
Una bola larga en la salida del Mónaco en la que Cubarsí no logró despejar y el que Iñigo falló para cubrir su espalda. Ilenikhena fue más rápido y con todo el tiempo del mundo definió a la red ante la salida del portero alemán. El viejo Barça, modelo 2024. Flick ni siquiera fue por la reacción. Sacó del campo a Lamine, Lewandowski y Cubarsí, demostrando sus intenciones. No hubo milagro, ni con Ansu Fati ni en la última con un tiro libre de Raphinha.
Una derrota que molesta, aunque tiene su lado positivo. Fue en la primera jornada y hay mucho camino delante para corregir.