En un partido marcado por las lesiones, Real Madrid cumplió con su objetivo de comenzar a salir de la tormenta en la que se vio inmerso tras las derrotas ante Barcelona y Milan. Un hat-trick de Vinicius y el regreso al gol de Jude Bellingham luego de 14 encuentros le permitieron al conjunto de Carlo Ancelotti volver a sonreír, aunque debió pagar un precio muy alto con tres jugadores afectados.
El primero en abrir la enfermería en la tarde madrileña fue Rodrygo con un pinchazo en el muslo derecho. Brahim Díaz lo reemplazó promediando la primera mitad de un partido que hasta ese momento no regalaba grandes emociones. Minutos después, en un forcejeo con Boyomo, Militao cayó al piso gritando de dolor. Lo que ya era evidente se terminó confirmando una vez acabado el duelo: rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha. Al brasileño le toca volver a pasar por lo mismo que ya enfrentó hace poco más de un año, aquella vez en la otra rodilla. Una pérdida enorme para el Madrid.
El oportuno gol de Vini a los 34′ tras pase de Bellingham levantó el ánimo de un equipo y un estadio que necesitaba de una alegría, pero las lesiones siguieron llegando antes del descanso. Lucas Vázquez acusó un dolor en el aductor y aunque esperó hasta el entretiempo para salir, finalmente tuvo que abandonar el campo. Por esas cosas del destino, Raúl Asencio, quien hacía su estreno en el primer equipo al reemplazar a Militao, fue el encargado de asistir de forma brutal a Bellingham en el segundo tanto con un pelotazo que dejó solo al inglés contra Herrera. Sus compañeros lo felicitaron como si él mismo hubiera anotado.
Vini en modo Balón de Oro
Vini parece haberse tomado muy en serio la ‘amenaza’ que hizo tras no recibir el Balón de Oro y a los 60′, tras una enorme asistencia de Lunin, liquidó cualquier aspiración del Osasuna de meterse en el partido. Ni Areso ni Herrera pudieron detener al 7 con su cambio de ritmo y gambeta para llevar el balón hasta abajo del arco. Y siete minutos más tarde, después de que Brahim le robara la pelota a Boyomo en una salida desde el fondo y le regalara el gol a su compañero, selló su triplete.
Con todo resuelto, Ancelotti le dio minutos a Arda y Endrick, dos que vienen pidiendo pista. Mbappé permaneció en cancha hasta el final, aunque sin éxito en su intento de volver al gol (cinco remates, uno a puerta).
Decepción en Osasuna
Para el equipo de Vicente Moreno, hoy conducido por Dani Pendín por la suspensión del entrenador principal, el encuentro representaba una oportunidad inmejorable. Sin embargo, los Rojillos mostraron una versión desconocida con respecto a la gran campaña que viene haciendo en La Liga y jamás estuvo cerca de incomodar al local. Sin remates al arco en 90′ y cometiendo errores inconcebibles para una visita al Bernabéu, la derrota pasó a ser inevitable.
«Teníamos que dar nuestra mejor versión y hoy no ha sido así. Estamos muy dolidos», aseguró Pendín tras el 0-4.