España cerró su participación en la fase de grupos de la Nations League con lo que mejor sabe hacer: ganar. Cambian los nombres, los escenarios y los rivales, pero lo que no cambia es el gusto del equipo por la victoria. Sea por los puntos o sin un premio claro como esta noche en Tenerife ante Suiza, Luis de la Fuente le ha inculcado a este grupo de futbolistas la importancia de ir a por todo. Siempre. Y esta ocasión, un Heliodoro Rodríguez López repleto fue testigo de una nueva función del campeón de Europa.
El entrenador encontró en este partido la ocasión ideal para repartir minutos y oportunidades. Comenzando por la portería con la titularidad de Álex Remiro, quien en el descanso cedió su lugar a Robert Sánchez. Siguiendo por la defensa, con la presentación de un impecable Aitor Paredes. La continuidad de Marc Casadó, uno que tras debutar frente a Dinamarca, comienza a hacerse de un lugar en la plantilla. Y culminando con los estrenos desde el banquillo de Samu Aghehowa (hasta hace poco Omorodion) y Pablo Barrios.
Desde bien temprano en el encuentro hizo sentir la presión sobre el rival. Nico Williams y Grimaldo probaron desde lejos sin suerte hasta que pasados los 30′, Morata fue derribado dentro del área tras un pelotazo de Mingueza. El capitán, generoso como él solo, cedió el penalti para Pedri, ídolo de la casa. No pudo el del Barça con el guardameta Mvogo ni Nico en el primer rebote con un despeje sobre la línea de Freuler, pero sí Yeremy Pino. El del Villarreal le acertó a la red ante la desesperación suiza y selló el justo 1 a 0.
Monteiro despierta a Suiza, Gil lleva tranquilidad
El dominio español ya no fue tan claro en el inicio de la segunda parte. Saltando desde el banquillo, un revulsivo Joel Monteiro le dio otro aire al ataque helvético. Fabián y Nico pudieron sentenciar, pero Mvogo les negó el segundo y Monteiro, a los 63′, armó una jugada desde la derecha en la que ni Grimaldo y Paredes lograron detenerlo. Ya dentro del área, con lo que le quedaba de fuerza sacó un derechazo que sorprendió a Sánchez. Era el 1 a 1.
Pero España siempre tiene un recurso para exprimir y hoy fue el turno de Bryan Gil. El del Girona aprovechó una siesta de la defensa suiza y cuando tuvo el tiro no lo dudó. Zurdazo y a cobrar su primer tanto con La Roja.
Emoción en el final
El triunfo español parecía asegurado, pero una inocente falta de Fabián sobre Sierro le permitió a Andi Zeqiri establecer tablas a falta de cinco minutos para el final. Suiza se relamía con el empate, un buen punto desde donde comenzar a construir su nueva etapa. Lo que no advirtieron los de Yakin era que el otro Bryan, Zaragoza, ya estaba en el campo.
Recostado sobre la derecha, el extremo dibujó una extraordinaria jugada a puro regate que acabó en penalti. Con total justicia reclamó derecho de autor y él mismo se encargó de la ejecución. Su derechazo contra el poste acabó con la ilusión de la visita y determinó el triunfo, el Nº16 en fila para el seleccionado, y el cierre de un 2024 que será inolvidable.