El Comité de Disciplina de la RFEF sancionó a Vinicius Jr. con dos partidos tras su expulsión en el encuentro entre Valencia y Real Madrid del último viernes por el manotazo que le propinó al portero Stole Dimitrievski. Según el acta del colegiado Soto Grado, el brasileño vio la roja por «golpear a un adversario en la cabeza de manera deliberada, no estando el balón en juego, empleando fuerza no insignificante».
El Comité justificó su decisión en el artículo 52 del reglamento disciplinario, considerando que la acción de Vinicius ocurrió al margen del juego y sin posibilidad de disputar el balón, pero sin cumplir los requisitos para ser catalogada como agresión.
El delantero cumplirá la pena en los próximos dos partidos de Liga ante Las Palmas y Valladolid, por lo que podrá disputar sin inconvenientes la Supercopa de España. Estará presente en la semifinal frente al Mallorca y en una hipotética final.
Reacciones
La resolución ha generado una ola de críticas, tanto por su indulgencia como por las implicaciones de permitir al jugador participar en la Supercopa. Los audios del VAR revelaron que el juego estaba detenido al momento del incidente, detalle que Soto Grado omitió en el acta. De haber sido incluido, la sanción podría haberse ampliado a entre 4 y 12 partidos.
Desde sectores deportivos y mediáticos se cuestiona la consistencia del Comité, especialmente en un contexto donde las imágenes muestran un acto de alta intensidad emocional. El Real Madrid, aunque ha anunciado que recurrirá la sanción, considera que el jugador también fue objeto de provocaciones e insultos racistas durante el encuentro, factores que no fueron reflejados en el acta arbitral.
Criterios desiguales
Las comparaciones con otros casos recientes acentúan la polémica. Óscar Rodríguez, del Leganés, recibió cuatro partidos de suspensión tras ser expulsado por sujetar del cuello a Yeremy Pino, también con el juego detenido. El doble de la sanción a Vini por una acción de características similares.
También se recuerda el antecedente de Robert Lewandowski, quien en 2022 fue sancionado con tres partidos tras ser expulsado por doble amarilla y realizar gestos considerados de menosprecio hacia el árbitro.
