La incertidumbre en torno a Dani Olmo ha desatado una verdadera carrera entre los grandes clubes del continente. El mediocampista podría quedar libre a partir de mañana si Barcelona no logra solucionar su inscripción, lo que ha encendido las alarmas en equipos de primer nivel.
El Arsenal fue el primero en mostrar interés, seguido por otros gigantes de la Premier League como Liverpool, Manchester City, Manchester United, Chelsea y Tottenham. Desde Alemania, Bayern Múnich y Bayer Leverkusen han realizado acercamientos, mientras que el RB Leipzig, donde Olmo vivió una etapa exitosa, también está dispuesto a repatriarlo.
La posibilidad de obtener a un jugador del calibre de Olmo sin pagar un traspaso resulta irresistible. Su estatus como agente libre permitiría a cualquier club ofrecerle una prima de fichaje millonaria, una situación que varios equipos ven como una oportunidad única para reforzar sus filas en el mercado invernal.
La intención del jugador
A pesar del interés desbordado, Olmo ha dejado clara su postura: quiere quedarse en el Barcelona. Pese a algunas lesiones que le quitaron continuidad, el de Tarrasa ha sido clave en el esquema de Flick y no contempla otro desenlace que no sea continuar su carrera vestido de azulgrana.
El ex-Leipzig ha manifestado que cumplir su contrato hasta 2030 es su prioridad absoluta, más allá de todo el ruido provocado por la situación. Se mantiene enfocado en su sueño de hacer historia con el Barça, a pesar de los cantos de sirena que llegan desde otros rincones del fútbol europeo.
Los últimos intentos del Barcelona
En los días previos al vencimiento del plazo, Barcelona ha intensificado sus esfuerzos para resolver la inscripción de Olmo. Desde reuniones entre directivos y abogados hasta la presentación de nuevos ingresos económicos provenientes de la venta de palcos VIP del futuro Spotify Camp Nou, el club no ha escatimado recursos.
Sin embargo, la situación no es sencilla. Los recientes fallos judiciales han complicado el panorama, tumbando las estrategias legales del Barça para esquivar los límites presupuestarios de LaLiga. A medida que el reloj avanza, crecen los nervios en el entorno del jugador, aunque desde la dirigencia insisten en que aún hay esperanza.