El gran anhelo que representaba para Iker Muniain tener una experiencia en el fútbol argentino por fin se hizo realidad. No en River Plate, como lo hubiera deseado desde el momento que supo que no continuaría en Athletic, sino en San Lorenzo de Almagro. Tras conocer Buenos Aires, mantener charlas con directivos y el entrenador del equipo, se lo pensó bien con su familia y tomó la decisión: será jugador azulgrana al menos hasta diciembre de 2025.
«Siento una felicidad enorme de poder estar aquí. La verdad es que me encantó el estadio y no puedo esperar para verlo lleno de gente animando al equipo. Todo lo que vi me encantó, me ilusionó», asegura Iker en un video de presentación realizado por San Lorenzo. El jugador con pasado en la selección española ya ha conocido el Estadio Pedro Bidegain y las expectativas que ha generado en su nuevo club son enormes.
«Cuando uno es jugador y ve a la hinchada de un equipo tan grande como es la de San Lorenzo, esa creatividad que ellos tienen y cómo alientan al equipo, pues te remueve por dentro. Y bueno, me dan muchas ganas ya de vestirme de corto y empezar a jugar», agregó.
La actualidad de San Lorenzo
Considerado uno de los cinco grandes del fútbol argentino, las épocas doradas de San Lorenzo han quedado atrás en el tiempo. El club se ve envuelto en una profunda crisis institucional y económica que ha repercutido seriamente en el aspecto deportivo. Cuenta con un plantel disminuido, con mucha presencia de futbolistas de la cantera pero sin la jerarquía que exige un cuadro con la historia de los cuervos, como se los conoce en el país.
Su andar irregular lo ubica en el puesto 23º de la Liga local sobre 30 equipos y en el plano internacional ha quedado eliminado en octavos de final de la Copa Libertadores ante Atlético Mineiro. Demasiado alejado de la lucha por el título, precisa sumar puntos con urgencia para poder pelear el ingreso a torneos internacionales del año próximo. Un objetivo con fines deportivos pero con una importancia vital para la tesorería del club, asfixiada por las deudas y con riesgo de padecer inhibiciones que agravarían aún más la deteriorada situación de la institución.