Un nuevo y lamentable episodio de racismo tuvo lugar en el encuentro entre Brescia y Sampdoria por la 21ª fecha de la Serie B. Ebenezer Akinsanmiro, joven mediocampista nigeriano cedido por Inter al conjunto genovés, tuvo que soportar insultos xenófobos por parte de los hinchas locales y la falta de reacción del árbitro Davide Massa, quien no aplicó el protocolo correspondiente.
Afectado por la situación, tras el gol de su compañero Massimo Coda, Akinsanmiro respondió a los insultos con un festejo desafiante: imitó un salto de mono mientras se golpeaba el pecho y gritaba frente a la tribuna local. Su gesto fue reprendido por el arquero rival, Luca Lezzerini, y sancionado por el árbitro con una tarjeta amarilla por incitación a la violencia. Tres minutos después, el entrenador de Sampdoria, Leonardo Semplici, lo sustituyó y le brindó un abrazo al salir del campo.
Las críticas no tardaron en llegar. Pierpaolo Bisoli, técnico de Brescia, consideró que el gesto del jugador nigeriano provocó a los hinchas, pero evitó condenar los insultos racistas. Por su parte, Sampdoria publicó un mensaje de respaldo en sus redes sociales, acompañado por un posteo de Inter reafirmando su compromiso contra toda forma de discriminación. Akinsanmiro, quien suma 21 partidos y un gol en Sampdoria, continuó recibiendo muestras de apoyo desde distintos sectores del fútbol tras lo sucedido.
Otro caso en Reggiana-Bari
La jornada también estuvo marcada por otro incidente de racismo durante el partido entre Reggiana y Bari. Los hinchas locales dirigieron insultos discriminatorios contra Mehdi Dorval, defensor argelino de Bari, lo que obligó al árbitro a suspender el encuentro antes del descanso. Además, Francesca Di Monte, árbitra asistente, también fue objeto de agresiones verbales tras decisiones arbitrales que generaron descontento.
Paolo Bedin, presidente de la Serie B, calificó los hechos como “inaceptables” y anunció medidas concretas para combatir el racismo. Entre ellas, una campaña de concientización en los estadios. La liga busca erradicar conductas que, según Bedin, “pisotean los valores fundamentales del deporte”.
En la Serie A, casos recientes también han puesto en evidencia esta problemática. En 2022, Mike Maignan, portero del Milan, sufrió insultos racistas de los hinchas de Udinese, llevando a la amenaza de suspensión del partido. Asimismo, Romelu Lukaku denunció discriminación durante un enfrentamiento con Juventus por la Copa Italia, recordando que situaciones similares se repiten desde 2019.