Desde que Carlos Alcaraz puso un pie en la pista de Turín se sabía que había algo raro en él. Si algo lo distingue al Nº3 del mundo es su excesiva energía, la intensidad que le imprime a cada juego. Pues nada de eso se vio en su debut en el ATP Finals ante Casper Ruud, vencedor del encuentro por 6-1 y 7-5 en una hora y veinticinco minutos.
Se sabía también que Carlos no llegaba de la mejor forma al torneo que reúne a los mejores ocho tenistas de la temporada, algo que él mismo se encargó de confirmar tras el partido. El malestar físico se tradujo en una apatía inédita para el murciano y en una falta de confianza que lo acabó por hundir. Si el cuerpo no responde, debe aparecer la cabeza. Y para Carlos ninguno estuvo presente.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero tuvo opciones de rotura en el primer game del partido. No las aprovechó y lo que vino después fue el colapso. Ruud, prolijo y ordenado, hizo lo que el partido pedía para cerrar la primera manga perdiendo un solo juego.
Ya en el segundo set, el español amagó una remontada que nunca llegó. Estando 5 a 2 arriba y a solo dos puntos de igualar el marcador, cayó en los mismos errores del primer parcial. En un abrir y cerrar de ojos, perdió la cabeza y también el match. Su segunda derrota en estrenos en ATP Finals tras la sufrida el año pasado ante Zverev.
La explicación de Carlos
En rueda de prensa, Alcaraz se encargó de clarificar cómo su malestar repercutió en la caída: «Unos días antes de venir enfermé. Cuando vine para aquí me sentí mejor, podía competir, jugar intercambios largos, pero en los partidos es diferente. Tenía la esperanza de que con los días iba a ir mejor, pero hoy no me he encontrado bien del todo. Desde la mañana me sentía mal con el estómago. Puede sonar a excusa y no quiero que sea así, pero cuando me siento mal, me siento mal. Y es lo que pasó hoy».
A la espera del encuentro entre Zverev y Rublev para conocer a su próximo rival (será el perdedor), Carlos espera poder recuperarse para mostrar otra versión: «Si me baso en las sensaciones que he tenido, es complicado pensar en las semifinales. Pero ojalá me encuentre mejor con el paso de los días porque lo bueno del tenis es que puedes estar muy mal un día y mejorar muchísimo en el siguiente partido y jugar el mejor del año».