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Hola a todos, soy Sasha Margot y les quiero contar sobre la decisión más difícil de mi vida: emigrar de Argentina a Israel. No fue una decisión fácil, pero ha sido la más feliz y la que mejor me ha hecho sentir.
Mi sueño de vivir en Israel
Mi amor por Israel comenzó desde muy pequeña. Siempre me sentí atraída por su cultura, su historia y su gente. Visité el país dos veces antes de mudarme permanentemente, y en la segunda ocasión me enamoré tanto que me volví más ortodoxa en mi práctica religiosa. Sin embargo, con el tiempo, me di cuenta de que este estilo de vida no era para mí. No me identificaba completamente con las reglas y restricciones, y comencé a buscar un cambio.
Los desafíos de la emigración
Mudarme a un nuevo país, especialmente uno en guerra, no ha sido fácil. Extraño mucho a mi familia y amigos en Argentina, y ha sido difícil adaptarme a una nueva cultura y estilo de vida. También he experimentado momentos de inestabilidad emocional y dificultades financieras. Ha habido días en los que he querido tirar la toalla y volver a casa, pero algo me detiene.
A pesar de los desafíos, estoy decidida a hacer de Israel mi hogar
He encontrado un trabajo que me gusta como Community Manager para diferentes negocios, y estoy creando contenido para mostrar la belleza y la cultura de Israel a mis seguidores. He conocido a personas increíbles que me han apoyado en este proceso, y me siento cada vez más integrada a la comunidad.
Encontrando mi lugar en Israel
Vivo en el barrio de Florentin en Tel Aviv, que me encanta por su ambiente vibrante y multicultural. Aquí me siento libre de ser yo misma y de expresar mi individualidad. He aprendido a hablar hebreo con fluidez, y me siento cada vez más cómoda en mi entorno.
Reflexiones finales
Emigrar a Israel ha sido una de las experiencias más desafiantes pero gratificantes de mi vida. He aprendido mucho sobre mí misma y sobre el mundo, y he crecido como persona. No puedo decir que ha sido fácil, pero definitivamente ha valido la pena.
Si estás considerando emigrar a un nuevo país, te animo a que sigas tus sueños. No importa lo difícil que parezca, siempre hay una luz al final del túnel. Confía en ti mismo, trabaja duro y nunca te rindas.
Gracias por leerme y espero que les haya inspirado mi historia.
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