En el mundo del entretenimiento, las decisiones creativas y las reacciones públicas pueden tener consecuencias significativas tanto para los proyectos como para los individuos involucrados. El caso de Rachel Zegler, la actriz elegida para interpretar a Blancanieves en el próximo remake de Disney, sirve como un ejemplo vívido de cómo los sucesos políticos pueden entrelazarse con la industria del cine. Tras la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos en 2024, Zegler expresó públicamente un rechazo emocional que generó controversia. Esta reacción, junto con el manejo de la imagen de la película por parte de Disney, revela una estrategia de marketing y relaciones públicas que intenta mitigar el impacto de las opiniones políticas de una actriz sobre el éxito de un proyecto cinematográfico de alto perfil.
Lanzamiento Anticipado del Tráiler de Blancanieves para Evitar Críticas
Hace dos días, WDW Pro, un conocido informante de la industria y editor de That Park Place, reveló que Disney planeaba mitigar el impacto negativo anticipado de su película de Blancanieves. Anunció que la estrategia de la compañía incluía el lanzamiento del tráiler principal de Blancanieves antes que los de «Wicked» y «Moana 2», pero sin subirlo a YouTube para prevenir una ola de dislikes que podría generar más controversia en torno a la película. Tras haber visto el tráiler por adelantado, queda claro por qué podrían optar por esta estrategia.
Confirmada la teoría de Pro, finalmente el nuevo tráiler de Blancanieves se estrenó junto con la película de Wicked, pero aún no hay rastro de él en Youtube. Y el tráiler acabó siendo filtrado en X.
En el material filtrado, se revelan varios aspectos notables. Primero, el descubrimiento de que Blancanieves encabezaría una insurgencia contra la monarquía se confirma como totalmente verídica. A pesar de que Disney tituló el tráiler con «HISTORIA CLÁSICA», la historia se aleja considerablemente tanto del folclore original de Blancanieves como de la adaptación de Walt Disney. La imagen de Blancanieves liderando un ejército junto a los enanitos contra la reina malévola es impactante, aunque no necesariamente de una manera positiva. Además, el tráiler sugiere que Blancanieves podría estar involucrada en rescatar al príncipe, subrayando su papel protagónico y heroico, diferente al esperado en el papel tradicionalmente pasivo de la princesa.
La disculpa de Rachel Zegler y su autenticidad en cuestión
La actriz de Blancanieves de Disney, Rachel Zegler, se disculpó recientemente por un ataque de nervios plagado de blasfemias en el que pareció desearle daño o desgracia al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y a los 75,5 millones de estadounidenses que votaron por él. Pero las inconsistencias entre la disculpa y el discurso inicial llevan a uno a preguntarse: ¿realmente lo escribió ella?
En su cuenta de Instagram, Zegler declaró: «Hola a todos, quiero disculparme sinceramente por mi publicación sobre las elecciones. Mis emociones tomaron el control. El odio y la ira solo nos alejan de la paz, y lamento haber añadido al discurso negativo.»
Intentó concluir con un mensaje esperanzador, pero el estilo de su disculpa, con una gramática y uso de mayúsculas cuidadosamente elaborados, contrastaba marcadamente con la informalidad y pasión de sus publicaciones anteriores, insinuando que podría haber sido redactada por su equipo de relaciones públicas o por Disney para suavizar el impacto negativo de sus palabras.
La influencia de la política en el cine y la gestión de imagen de Disney con Rachel Zegler
La controversia en torno a Rachel Zegler y la película «Blancanieves» de Disney ilustra cómo los factores externos, como la política, pueden influir en la percepción pública de un proyecto cinematográfico. Disney, al optar por un lanzamiento estratégico del tráiler, intenta controlar el daño potencial que las opiniones políticas de su actriz principal podrían causar. Sin embargo, la autenticidad de la disculpa de Zegler pone de relieve la compleja relación entre las estrellas de cine y sus estudios, donde la imagen pública y la narrativa cinematográfica se entrelazan de maneras que pueden afectar tanto al éxito del artista como al del filme. Este caso abre un debate sobre la autenticidad en las disculpas públicas y la influencia que puede tener una estrella en la narrativa y el marketing de una película.