Hoy, 18 de septiembre, se celebra el 80º aniversario del nacimiento de María del Rocío Trinidad Mohedano Jurado. Nacida en 1944 en Chipiona, Cádiz, la niña que creció para convertirse en la icónica Rocío Jurado, estaría celebrando sus 80 años si no hubiese fallecido el 1 de junio de 2006 a causa de un cáncer. Su partida no solo dejó un vacío en la música española, sino que también marcó el comienzo de una serie de conflictos familiares que desmoronaron la unidad de los Mohedano.
El fin de una era familiar
La enfermedad de Rocío Jurado y su fallecimiento significaron el final de la imagen de una familia unida y feliz. A pesar de las dificultades que enfrentaron juntos, la muerte de la matriarca desató una serie de disputas por la herencia. Los conflictos surgieron incluso antes de la lectura del testamento, durante sus últimos días en el hospital de Houston y en su hogar de Alcobendas. La fractura del clan se hizo patente con la lectura de sus últimas voluntades, y para su hija Rocío Carrasco, la ruptura definitiva ocurrió en medio de una amarga batalla con Antonio David Flores, el padre de sus hijos.
Disputas por la herencia
La cantante dejó un legado estimado en un millón de euros a sus hijos: Rocío Carrasco, la heredera universal, y Gloria Camila y José Fernando, quienes recibieron la legítima estricta. Desde el momento en que se conoció el contenido del testamento, empezaron a surgir tensiones. La artista había declarado que todo lo no especificado en el testamento sería para ella, lo que agravó las disputas familiares.
José Ortega Cano, viudo de Rocío, y los hermanos de la cantante, Gloria y Amador Mohedano, se encontraron en el centro de la disputa. Ortega Cano, quien había estado casado con Rocío bajo separación de bienes, recibió solo una parte de la finca Yerbabuena, que vendió en 2013. Los Mohedano también recibieron partes de la herencia, incluyendo la finca Los Naranjos, cuya gestión ha sido problemática para Amador debido a deudas con Hacienda. Mientras tanto, Gloria Mohedano ha logrado manejar su parte de la herencia con mayor eficacia.
Un legado en disputa
Desde el fallecimiento de Rocío Jurado hace 18 años, su familia ha enfrentado numerosas dificultades. La mala gestión del legado y las rencillas internas han desmoronado lo que la artista construyó con su talento. Hoy, mientras Rocío habría estado celebrando sus 80 años, su memoria se ve envuelta en divisiones familiares y conflictos que han marcado su ausencia. Su vida y legado, una vez símbolo de unidad, ahora se encuentran fragmentados por las disputas que siguieron a su muerte.