Imagen: Pedro Almodóvar posa junto a su histórico León de Oro por ‘La habitación de al lado’ Photo by Vittorio Zunino Celotto/Getty Images
Pedro Almodóvar nunca se había atrevido a rodar una película en inglés hasta La habitación de al lado. Y lo ha hecho por todo lo alto, ya que el director ha logrado un histórico León de Oro en Venecia, convirtiéndose en el segundo director español en conseguirlo. Más aún, es la primera vez que una película española lo logra. El primer director español en conseguirlo fue Luis Bañuel, con una obra francesa, Belle de jou, en 1967.
Almodóvar ha ganado en el concurso de cine más antiguo del mundo. Nunca, además, había obtenido el premio “de oro” de uno de los certámenes de la primera división del cine: tampoco tenía Palma, Oso ni Concha. Su primer examen de inglés, a los 74 años, ha aprobado con matrícula de honor ante el jurado.
De hecho, es curioso que Almodóvar no tuviera el premio gordo de los dos grandes festivales internacionales. En Cannes lo rozó varias veces (Mejor dirección por Todo sobre mi madre, y Mejor guion y premio a las actrices de Volver). En Venecia le dieron un León de Oro, pero honorífico, y aquí empezó su carrera internacional gracias al premio al mejor guion de Mujeres al borde de un ataque de nervios.
Recordó la importancia de los cineastas al posicionarse políticamente
Desde el escenario, al que subió para dar su discurso tras recibir el premio, el cineasta dio las gracias a su “familia” en inglés, antes de pedir permiso para leer en su idioma. Ante todo, dedicó el premio a las dos actrices protagonistas, Julianne Moore y Tilda Swinton: “Les pertenece. Es una película acerca de dos mujeres. Como director uno de los privilegios es que somos el primer testigo cuando ocurre un milagro ante la cámara. Y ellas lo convocaron muchos días”.
Y agregó: “El filme habla de una mujer que agoniza en un mundo agonizante. Y de la persona que decide compartir con ella sus últimos días. Acompañar un enfermo terminal, saber estar al lado, es una de las grandes cualidades que poseemos. Despedirse de este mundo limpia y dignamente es un derecho fundamental, no es político sino humano. Sé que atenta contra cualquier credo que tiene a dios como una única fuente de vida. Les pediría a los practicantes que respeten y no intervengan en decisiones individuales. El ser humano debe ser libre para vivir y morir cuando la vida sea insufrible”.
En la rueda de prensa, un rato después, recordó que su carrera ha ido de la mano con los avances sociales de España: “Han sido 44 años muy fértiles en mi vida tanto artística como personal y como ciudadano español”.
Y confesó que su visión procura ser “optimista por salud mental”, aunque el mundo se lo pone complicado: “Si la ultraderecha y el neoliberalismo feroz van juntos es lo peor que puede ocurrirnos. Y en este momento van de la mano. En un mundo tan apocalíptico hay momentos para que, incluso si no somos felices, podamos hacer felices a los demás y podamos vivir con alivio lo que la vida en sí misma nos depara. Cada uno de nosotros tratamos de mejorar nuestro entorno. Todo eso va a influir muy positivamente en que este apocalipsis sea menor o nos dé un plazo mayor de tiempo”.