Propaganda para combatir la propaganda: Newtral señala a Black Myth Wukong

Fotomontaje de: Una Alienada

Black Myth Wukong, ¿Propaganda China?

En el artículo nos hablan del reciente lanzamiento chino Black Myth Wukong, un videojuego que se basa en la novela del s. XVI Viaje al Oeste, donde se narran las aventuras fantásticas del mono Sun Wukong en su camino hacia la India para recuperar los sutras sagrados y que ha inspirado a artistas por décadas. (Por ejemplo, al manga y al anime de Akira Toriyama Dragon Ball).

Al parecer, para el profesor consultado por Newtral, Carlos Cordero, esto sería peligrosa propaganda china porque, y cito textualmente,: “Por un lado, están diciendo que la cultura china es tan atractiva que están siendo referentes en el exterior, mientras que en la otra dirección están ensalzando su historia entre sus propios ciudadanos. Esto es importante porque somos una generación que ha crecido con películas y videojuegos norteamericanos”. Y claro, llegados a este punto, yo me pregunto qué tiene de malo que un país reivindique su literatura clásica, sus mitos, leyendas y su cultura. Y qué tendría de malo que el resto de países lo admiremos.

No es casual que hayan elegido precisamente este juego para hablarnos de la propaganda en los videojuegos. Y es que como mencionan al inicio del artículo, para su campaña de promoción con streamers, el estudio desarrollador Game Science decidió establecer una serie de requisitos para proporcionar acceso anticipado y gratuito a los creadores de contenido.

Black Myth Wukong y el motivo REAL de su señalamiento

Entre estas normativas estaba la prohibición de hablar de política conflictiva entre China y Taiwán, prohibición de aludir al Covid-19 y prohibición de hablar sobre feminismo. Game Science pretendía evitar así que el juego se relacionase con estos temas sólo durante el periodo de publicidad con streamers, a los que la compañía estaba contratando, ya sea mediante acuerdos comerciales o solo mediante el acceso anticipado. Cualquiera que quisiera hablar de estos temas en stream mientras juega a Black Myth Wukong lo podría hacer una vez que el juego se hubiera publicado. Pero para la prensa generalista del sector, de un marcado sesgo progresista, esto fue suficiente para intentar manipular a la audiencia. 

Y es que las críticas hacia el estudio desarrollador de Black Myth Wukong se remontan a noviembre del 2023. IGN, medio líder en el sector lanzó un artículo cargando contra el estudio por comportamientos “misóginos” que se resumían en un par de publicaciones de los desarrolladores en el facebook chino “Weibo” diciendo obscenidades y en el testimonio de una ex trabajadora que les acusaba de tener posters irrespetuosos en las paredes. Acuérdense de esto, porque será relevante más adelante. 

Newtral y las comparaciones sin sentido

Como ejemplo de la propaganda en los videojuegos, el artículo también habla de un estudio ruso que un mes antes de Black Myth Wukong lanzó un juego para el mercado africano cuyas intenciones son alienar a los jóvenes de Mali, Burkina Faso y Níger contra Francia. (países en los que recientemente han habido golpes de estado apoyados por Wagner). Ni que decir tiene que se trata de un título menor, con muchísima menos inversión y producción que Black Myth Wukong, (que es un juego AAA desarrollado para Sony) y con temática abiertamente belicista y política.

Y es que solo en la mente perturbada de un periodista progre puede tener sentido comparar un juego con una clara intención política con la representación de una novela fantástica del s. XVI protagonizada por un mono. 

El artículo de Newtral también menciona, citando a otro experto, que el tema de la propaganda política en los videojuegos es algo que también lleva años haciendo Estados Unidos, y como ejemplo pone juegos del año 2005 que tenían temática de la guerra de Irak, a Call of Duty y los mods que desarrolla la comunidad en GTA. No me pidáis explicaciones porque no profundizan mucho más.

Pero… ¿Qué está pasando?

Lo que no menciona el artículo de Newtral es que los videojuegos occidentales llevan al menos 10 años cargados de ideología progresista. Desde que la periodista feminista Anita Sarkeesian desarrollara toda una serie de diatribas problematizando los estereotipos en los videojuegos, el negocio del progresismo en el sector no ha hecho sino crecer.

De unos meses a esta parte, la comunidad ha empezado a prestar atención a determinadas consultoras que ofrecen sus servicios de asesoría en DEI (Diversidad, equidad e inclusión) Una de las más importantes y que ha asesorado a numerosas desarrolladoras de videojuegos es Sweetbaby Inc. Esta consultora participó por ejemplo en el último lanzamiento de Rocksteady Studios, Suicide Squad: Kill the Justice League, que, como veis, no está “para nada ideologizado”.

También son famosos por “aterrorizar a sus empleados con las consecuencias de lo que sucederá si no hacen lo que les piden”

¿Se acuerdan del artículo de IGN que mencioné antes? Bueno, pues según publicaron los desarrolladores de Black Myth Wukong en Weibo esta consultora les contactó en 2023 para “ofrecerles” sus servicios de asesoría en DEI. Les pedían 7 millones de dólares a cambio de estudiar las carencias en materia de Inclusión y representación que su juego podría tener. Ellos rechazaron la extorsión disfrazada de oferta, y acto seguido comenzaron a aparecer en la prensa de videojuegos esos artículos contra Black Myth Wukong y la supuesta misoginia de Game Science. Estas son las consecuencias de rechazar al progresismo.

Y es que como dijo Thomas Sowell: «No hay negocio más lucrativo que luchar por derechos que ya se tienen, en nombre de opresiones que no existen, con el dinero de aquellos a los que se califica de opresores» 

Así se las gastan los defensores de la Diversidad, Equidad e Inclusión, imponiendo su visión neocolonialista salida de las universidades más woke de los Estados Unidos al resto del mundo, presumiendo que solo su moral es la correcta. Y que todas las demás deben ser sacrificadas en el altar de la corrección política. Y esto es lo que verifica y defiende Newtral.