El ‘purple drank’ o está ganando terreno en los espacios de ocio y botellones, según informan fuentes policiales. Este brebaje, que combina el principio activo de la codeína con refrescos, se ha convertido en una tendencia preocupante entre los jóvenes, quienes buscan un colocón rápido.
Venta sin receta
El modus operandi es sencillo: los consumidores adquieren toseína de manera ilegal, un compuesto que se utiliza para tratar la tos y que se dispensa con receta médica en farmacias. Después, mezclan este jarabe con bebidas como Coca-Cola o Sprite. Esta práctica, aunque ilegal, no es difícil de llevar a cabo, ya que algunos farmacéuticos pueden vender esta sustancia sin receta. Aunque también se puede adquirir en el mercado negro, por un valor de 150.000 euros.
Sensación de euforia
Este jarabe se ha popularizado en reuniones nocturnas, discotecas e incluso en botellones callejeros. Los efectos, que duran alrededor de cuatro horas, van desde la euforia inicial hasta una sedación más profunda con dosis mayores. Sin embargo, su consumo conlleva riesgos graves, especialmente cuando se combina con otras sustancias, aumentando el peligro de insuficiencia respiratoria y muerte.
Rivotril y hachís
La Policía Nacional ya ha comenzado a detener a personas que intentan adquirir toseína con recetas falsificadas, incluso incautando grandes cantidades de jarabes en operaciones como la Prada. Además, se ha detectado una tendencia creciente de mezclar Rivotril, una benzodiacepina, con hachís, conocido como ‘karkubi’, importado de Marruecos.
Un consumo peligroso
Esta mezcla se ha convertido en un problema creciente, con laboratorios clandestinos operando en países del este de Europa para producir estas sustancias. Este fenómeno ha llevado a una mayor vigilancia en farmacias y alertas sobre clientes sospechosos que intentan adquirir Rivotril fraudulentamente. Aunque no se ha detectado un aumento significativo en el consumo de estas mezclas, las autoridades están tomando medidas para controlar su distribución y prevenir riesgos para la salud pública.
Operación Prada
La operación Prada, llevada a cabo por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) Central, desveló una red delictiva que se valía de la complicidad de empleados deshonestos para sustraer parte de la remesa de un ansiolítico desde el almacén. El operativo culminó con la detención de 28 personas involucradas en la trama, evidenciando que lograban mover entre 20 y 30 cajas diarias del fármaco.