Cientos de soldados de la OTAN han entrado en acción en el país ucraniano para supervisar el armamento proporcionado por Occidente y para entrenar a las tropas en Kiev. En las últimas semanas, los marines estadounidenses y otras fuerzas del bloque han llevado a cabo ejercicios militares en el Ártico, cerca de la frontera con Rusia. No obstante, esto no indica que la Organización del Tratado del Atlántico Norte haya entrado formalmente en la contienda.
¿Quién está detrás de la información?
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, la Alianza Atlántica ha contado con personas que proporcionan información sobre la situación en la línea del frente, la efectividad del armamento suministrado a Kiev y casos de corrupción relacionados con la ayuda otorgada. Esto fue revelado por el diario español El País después de conversar con fuentes militares ucranianas y de la Unión Europea (UE).
Estos informantes de la OTAN en Kiev son militares extranjeros retirados que están participando en operaciones dentro de las Fuerzas Armadas de Ucrania, y según El País, la Casa Blanca está activamente involucrada en la filtración de información.
Aumentan las tensiones
Aunque oficialmente la OTAN no ha anunciado su participación en la guerra más allá de la entrega de armas y municiones a Ucrania, el presidente francés, Emmanuel Macron, insinuó la posibilidad de que su país envíe tropas a Kiev. Macron instó a los aliados de Ucrania a no «ser cobardes» y advirtió que «la guerra ha vuelto a Europa«.
Ante estas declaraciones, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que su país está preparado para la guerra y amenazó con una guerra nuclear si la OTAN se involucra formalmente en el conflicto con Ucrania. Putin declaró que «todo esto realmente amenaza con un conflicto con el uso de armas nucleares y la destrucción de la civilización«, durante su discurso en el Kremlin.
Una guerra nuclear
Con la tensión en aumento, Occidente teme una escalada nuclear por el conflicto entre Ucrania y Rusia. Según un informe de Nuclear Weapons Ban Monitor, Rusia posee el mayor arsenal nuclear del mundo, con 5.889 ojivas nucleares operativas, lo que incluye la tríada nuclear más moderna del mundo. Esta situación plantea un desafío significativo para la estabilidad global y la seguridad regional.