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Un tribunal de Moscú extendió el martes el plazo de la instrucción judicial tras la detención de un investigador francés acusado de recopilar información sobre el ejército ruso y de violar las leyes del país relacionadas con «agentes extranjeros».
Se trata de Laurent Vinatier, un cooperante francés que trabajó para una ONG suiza especializada en mediación de conflictos antes de ser detenido en Moscú en junio. Vinatier podría enfrentarse a una pena de hasta cinco años de prisión si es declarado culpable de los cargos que se le imputan.
No se prevén audiencias a corto o mediano plazo
En la apertura del juicio en el tribunal Zamoskvoretsky de Moscú el martes, un juez dictó la extensión de la detención de Laurent Vinatier hasta el 21 de febrero de 2025. Además, se fijó la próxima audiencia del caso para el 16 de septiembre, en respuesta a la solicitud de Vinatier de más tiempo para prepararse e informarse sobre la causa, según informaron periodistas de la AFP presentes en la sala del tribunal.
En audiencias anteriores, Vinatier admitió haber violado la ley rusa y se disculpó. Los investigadores alegan que el ciudadano francés de 48 años recopiló información militar que podría ser utilizada contra Rusia por estados extranjeros. De acuerdo con la ley rusa, cualquier persona que reúna o comparta material sobre los servicios militares o de seguridad de Rusia debe registrarse ante las autoridades como «agente extranjero».
Tensiones diplomáticas entre Francia y Rusia, detención arbitraria
Las autoridades francesas han instado a Rusia a liberar a Laurent Vinatier, calificando su detención de «arbitraria». Vinatier, doctor en Ciencias Políticas y asesor del Centro para el Diálogo Humanitario con sede en Ginebra, es investigador especializado en Rusia y otros países postsoviéticos.
Según fuentes consultadas por la AFP, el francés había estado trabajando durante años en el conflicto entre Rusia y Ucrania, incluso antes de la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022. La ONG Diálogo Humanitario declaró en junio que estaba haciendo «todo lo posible para ayudar» a Vinatier, quien «vive en Suiza y viaja regularmente por su trabajo».
Casado y padre de cuatro hijos, Vinatier se encuentra en prisión preventiva desde su detención, y sus repetidas solicitudes para ser puesto bajo arresto domiciliario han sido rechazadas. En una audiencia a principios de julio, declaró: «Siempre quise presentar adecuadamente el interés y la posición de Rusia sobre las relaciones internacionales en mi trabajo. Amo a Rusia, mi esposa es rusa, mi vida está ligada a Rusia».