El enfrentamiento entre Marruecos y Argelia sigue siendo un foco candente en el norte de África, con pocas señales de disminuir en intensidad. Ambos países han desencadenado una escalada en el gasto militar que parece no tener fin. Mientras Rusia lidera como principal proveedor de armamento para Argelia, Estados Unidos e Israel predominan como proveedores del reino alauita, aunque otros países también suministran armas a ambos ejércitos.
Más de 50.000 millones de dólares
El gasto militar en el conjunto de los países del norte de África alcanzó los 28.500 millones de dólares en 2023, un aumento del 38% en comparación con 2022. Sin embargo, Marruecos y Argelia representan el 82% de todo el gasto militar de la región, y más del 45,5% de todo el continente africano, que ascendió a 51.600 millones de dólares. A pesar de esta inversión considerable, la capacidad militar de Argelia supera con creces a la de Marruecos.
Marruecos reduce su gasto militar
En 2023, Argelia destinó un total de 18.300 millones de dólares a sus fuerzas armadas, experimentando un crecimiento del 76% en un solo año, el aumento más significativo en la historia del país. Por el contrario, Marruecos redujo su gasto militar por segundo año consecutivo, disminuyendo un 2,5% para llegar a los 5.200 millones de dólares. Aunque esta cifra sigue siendo considerablemente alta, marca un cambio con respecto a la tendencia previa de aumento del gasto en defensa en años anteriores.
Superioridad argelina
La rivalidad entre ambos países se inclina ahora a favor de Argelia, que multiplica por más de 3,5 veces el esfuerzo militar de Marruecos. Este cambio se produce después de que Rabat abandonara su tendencia al aumento del gasto en defensa, mientras que Argelia disfruta de un fuerte ascenso en sus ingresos procedentes de las exportaciones de gas a Europa.
España en medio del conflicto
La tensión entre ambos países se ha exacerbado en los últimos años. Esto se debe a varios factores como: el reconocimiento por parte de Argel del Frente Polisario y la disputa por el Sáhara Occidental. Además, hay que sumar las reclamaciones territoriales y los desacuerdos fronterizos. Esta tensión se ha manifestado en decisiones comerciales y militares. Por ello, se ha establecido el cierre de la frontera terrestre entre ambos países y la ruptura de relaciones diplomáticas por parte de Argelia desde 2021.