Después de dos semanas de intensos disturbios, la atención en el Reino Unido se centra nuevamente en el lugar donde todo comenzó. El miércoles se llevó a cabo la apertura formal de la investigación sobre la muerte de tres niñas en Southport, apuñaladas el 29 de julio. Ese fatídico día, en un centro recreativo de esa ciudad del noroeste de Inglaterra, Bebe King, de 6 años; Elsie Dot Stancombe, de 7, y Alice Dasilva Aguiar, de 9, fueron apuñaladas por un adolescente de 17 años identificado como Axel Muganwa Rudakubana, un joven nacido en Gales de padres ruandeses, según informaron las autoridades británicas.
Muganwa Rudakubana ha sido acusado de tres cargos de homicidio y diez cargos de intento de homicidio, y deberá comparecer ante el Tribunal de Liverpool el 25 de octubre. El atroz crimen, cuyas motivaciones aún se desconocen, provocó dolor en la pequeña comunidad e indignación en todo el Reino Unido. Casi de inmediato, empezaron a circular en redes sociales rumores de que el atacante era un solicitante de asilo, y al día siguiente del ataque, estallaron violentos disturbios en varias ciudades británicas.
Goulding afirmó que era «imposible expresar adecuadamente los efectos devastadores y duraderos» de los «acontecimientos realmente trágicos» de la semana pasada. La apertura de esta investigación representa un «proceso breve, sombrío y formal», añadió.
Durante una clase de baile con temática de Taylor Swift, Muganwa Rudakubana irrumpió en un campamento de verano en Southport y atacó con un cuchillo a varios menores y dos adultos. Como parte del procedimiento formal que se realiza en el Reino Unido cuando la muerte de una persona es violenta, la jueza forense Julie Goulding celebró una breve audiencia para anunciar la apertura y el aplazamiento de la investigación pública hasta el próximo año.
Si bien Muganwa Rudakubana no era un solicitante de asilo, el odio que despertó en quienes lo enfrentaron cara a cara fue impresionante.
Jonathan Hayes, de 63 años, quien fue apuñalado en la pierna después de enfrentarse a él, declaró en una entrevista con el programa Today de BBC Radio 4 que cuando abrió la puerta se encontró con los ojos del atacante, que parecían «bastante amenazadores». Hayes, cuya oficina está en el mismo edificio donde se llevaba a cabo la clase de baile, dijo que escuchó gritos y corrió al lugar después de oír a uno de sus colegas gritar alarmado.
El hombre, que todavía se recupera de las heridas, comentó: «Supe de inmediato que no debería haber estado allí, que era la persona equivocada en el lugar equivocado, y entonces se me echó encima». Hayes dijo que lo operaron después de sufrir heridas graves tras el ataque y que tuvo suerte de haber sobrevivido. «No me afectó la arteria femoral por poco, y me dijeron que si me hubiera alcanzado probablemente no estaría aquí, así que estoy muy agradecido. Pero no hay ninguna razón por la que no crea que me recuperaré por completo. Ni siquiera he empezado a procesar el horror que he visto».
Un sobreviviente de los apuñalamientos en Southport que intentó desarmar a Muganwa Rudakubana comparó al joven con un «tigre agazapado».