Un bombardeo aéreo atribuido a fuerzas rusas ha dejado al menos 21 muertos y más de 30 heridos en la ciudad ucraniana de Sumy, ubicada al noreste de Ucrania, próxima a la frontera con Rusia. El ataque se produjo en horas de la mañana en una zona céntrica de la ciudad, precisamente cuando numerosas personas participaban en celebraciones religiosas con motivo del Domingo de Ramos.
Reacción inmediata del gobierno ucraniano
El ministro del Interior ucraniano, Igor Klimenko, informó sobre la gravedad del incidente, indicando que los impactos fueron provocados por varios misiles balísticos. A través de la plataforma Telegram, Klimenko solicitó encarecidamente a los ciudadanos evitar acercarse al lugar afectado para permitir el trabajo eficaz de los servicios de emergencia en la atención y evacuación de víctimas.
Por su parte, el presidente Volodímir Zelenski calificó este hecho como un acto atroz contra civiles inocentes, responsabilizando a Rusia por utilizar armamento de gran destrucción en zonas urbanas habitadas. Además, Zelenski afirmó que los intentos diplomáticos no han logrado detener las agresiones rusas y pidió medidas más contundentes por parte de la comunidad internacional.
Hasta el momento, las autoridades rusas no han emitido declaraciones oficiales sobre el incidente ocurrido en Sumy.
