La conflictiva región del Catatumbo, situada en el norte de Santander, Colombia, ha sufrido un aumento de la violencia desde la semana pasada. La tensión escaló de manera que el pasado lunes 20 de enero Gustavo Petro, presidente de la República, decretó el estado de conmoción interior en la región.
La decisión del presidente colombiano se debe a la grave situación que se está viviendo por el desorden público que ha provocado la muerte de 80 personas y 11.000 desplazados forzados.
La escala de tensión en la región del Catatumbo, frontera con Venezuela, se debe a un problema con uno de los mayores conflictos del país: el narcotráfico. En el caso del Catatumbo, el problema principal reside en la lucha por controlar la ruta del narcotráfico desde Venezuela.
Tras lo sucedido, el presidente Petro publicó en su cuenta personal de “X”: “Lo sucedido en el Catatumbo no es sino una demostración más, del tránsito de las guerrillas insurgentes hacia las organizaciones narcoarmadas [sic]”. En esta misma publicación, Petro señaló que el Ejército de Liberación Nacional en sus inicios se alzó en armas bajo la inspiración de la revolución cubana.
ELN, en la actualidad, perpetra los mismos patrones de violencia que las ya desaparecidas Autodefensas Unidas de Colombia. Este grupo nació con el fin de dominar el tráfico de cocaína en la región de Catatumbo, en la que proliferan los cultivos de cocaína.
El aumento de la tensión en la región colombiana se debe a la pérdida de un cargamento de cocaína
Petro destacó en su mensaje tras el aumento de violencia en la región que: “La acción de masacre cometida por el ELN con fuerzas traídas desde Arauca hasta el Catatumbo calca perfectamente el accionar de los grupos paramilitares, cuando, dirigidos por Mancuso, llegaron a la zona: masacre de campesinos civiles, en estado de indefensión. Crímenes de guerra por doquier que son crímenes contra la humanidad [sic]”.
Este desborde de violencia en Catatumbo se debe también a la pérdida millonaria de un cargamento de cocaína que tuvo lugar a finales del año pasado. Esto provocó la ruptura de un pacto criminal que se había firmado entre el Frente 33 de la extinta guerrilla de las Farc y el ELN.
Según el acuerdo reconocido en un informe de inteligencia militar al que ha tenido acceso el informativo de televisión Noticias Uno, ‘Richard’ uno de los subalternos del jefe subversivo de la mencionada disidencia, alias Andrey, había llegado al mencionado trato para no interferir con el tránsito de los cargamentos de cocaína del grupo en pugna.