Imagen: El presidente estadounidense, Joe Biden, este martes. Susan Walsh. AP
Joe Biden, a menos de una semana de dejar la Casa Blanca, ha anunciado la retirada de Cuba de su lista de Estados patrocinadores del terrorismo, incluido durante el mandato de la primera Administración de Donald Trump. La medida se adopta como respaldo al diálogo entre el Gobierno de la isla con el Vaticano para la liberación de presos políticos encarcelados por protestar contra el régimen en julio de 2021.
Sin embargo, la decisión puede revocarse próximamente si el nuevo gobierno de Trump, que tiene al hispanocubano de Florida Marco Rubio como responsable de Exteriores, decide hacerlo.
Además, Washington ha suspendido una cláusula, incluida en la Ley Helms-Burton, que ha permitido durante lustros a los exiliados cubanos que viven en EE.UU. presentar reclamaciones para buscar compensación por los activos expropiados después de la Revolución Cubana de 1959. Washington igualmente sacará a una lista de entidades cubanas de las restricciones por las a las que se les prohíbe realizar ciertas transacciones financieras.
La Casa Blanca de Trump volvió a incluir a Cuba en el elenco de países patrocinadores del terrorismo en los últimos días de su mandato, el 11 de enero de 2021, cuando se disponía a ceder el poder a la Administración demócrata de Biden. El Gobierno republicano alegó el apoyo de La Habana al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y su negativa a extraditar a líderes de la guerrilla colombiana a Bogotá, entre otros argumentos, para justificar el paso. El presidente Barack Obama había retirado a la isla de la lista durante su segundo mandato, cuando Washington y La Habana emprendieron una etapa de deshielo.
Presión internacional
España, Canadá, Brasil, Colombia y Chile son algunos de los países que han presionado a EE.UU. para que revise su política de Cuba. Estos países han intercedido en Washington por su labor en negociaciones de paz, en particular la de Colombia.
El régimen cubano está participando en un diálogo para facilitar la liberación de presos políticos, en coordinación con la Iglesia Católica. Sin embargo, el Gobierno cubano aún no ha garantizado la liberación de éstos ni ha especificado fechas definitivas, lo que convierte a este hecho en un gesto sin compromisos por La Habana.
La administración Biden reconoce que las liberaciones dependerán del diálogo continuado con la Iglesia. Las protestas de Cuba de julio de 2021 (11-J) fueron manifestaciones en contra del régimen cubano, iniciadas y motivadas por la crisis económica, la escasez de alimentos y medicinas y las restricciones contra la libertad civil. Alrededor de 1.586 personas fueron detenidas en las protestas, según la organización Justicia 11-J.
La reacción de Colombia
El presidente colombiano Gustavo Petro ha felicitado este martes a Biden por su decisión, que la consideró como “un gran avance”. «EEUU tiene dos maneras de relacionarse con América Latina, o dialogando con la diversidad o imponiendo con la fuerza. Felicito a Biden que buscó siempre el dialogo con la diversidad latinoamericana. Levantar bloqueos, así sea parcialmente, es un gran avance», apuntó Petro en un mensaje en su cuenta de X.
Petro y otras autoridades pidieron repetidamente a Estados Unidos que sacara a Cuba de esta lista cuando se retomaron los diálogos en 2022 con el ELN y el país isleño se volvió a convertir en una de las sedes ambulatorias de las negociaciones.