Imagen de Odesa/kyivindependent.com
Un ataque con misiles rusos mató al menos a 10 personas e hirió a decenas más, incluidos cuatro niños, en la ciudad de Odesa, en el sur de Ucrania el lunes por la tarde, afirmaron las autoridades locales.
Uso misiles Iskander-M
El reciente ataque ruso en la ciudad portuaria de Odesa dejó un saldo trágico de víctimas, incluyendo siete policías, dos residentes locales y un médico, según informó Oleh Kiper, jefe de la administración militar regional de Odesa. Entre los heridos y hospitalizados también se encontraban varios niños.
La fuerza aérea de Ucrania informó haber interceptado un misil balístico ruso Iskander-M sobre la ciudad al mediodía. Sin embargo, los restos del misil derribado provocaron muertes y heridos en tierra, además de causar graves daños materiales.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, confirmó que el impacto ocurrió en un estacionamiento, dañando una universidad, un edificio administrativo y un complejo de apartamentos. Zelensky enfatizó que estos no fueron «ataques aleatorios, sino deliberados y simbólicos». En sus declaraciones en redes sociales, el mandatario aludió a las recientes comunicaciones entre líderes internacionales, como el canciller alemán Olaf Scholz y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, con Vladimir Putin, criticando los «falsos rumores» sobre una supuesta moderación de los ataques rusos.
Rusia no reconoce la responsabilidad del ataque en Odesa
l presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, criticó enérgicamente a Rusia tras el ataque en Odesa, afirmando: «Rusia está demostrando lo que realmente le interesa: solo la guerra. Este mensaje debe escucharse en todo el mundo, desde los salones donde se reúnen los miembros del G20 hasta todas las capitales del mundo».
Imágenes gráficas compartidas por el servicio estatal de emergencias de Ucrania mostraron la devastación del ataque, incluyendo cuerpos y restos humanos esparcidos por el lugar.
Por su parte, el ejército ruso afirmó haber atacado múltiples objetivos en Ucrania, como aeródromos militares, instalaciones energéticas y depósitos de drones, aunque no se refirió directamente al ataque en Odesa. En respuesta, la Fiscalía General de Ucrania anunció una investigación sobre posibles violaciones de las leyes y usos de la guerra.
El ataque con misiles en Odesa no fue un hecho aislado. En el noreste de Ucrania, Rusia lanzó dos misiles Iskander-M contra Sumy, provocando al menos 11 muertos y 84 heridos en un edificio de apartamentos. La fuerza aérea de Ucrania también informó del derribo de un dron de reconocimiento ruso Orlan-10 cerca de Odesa, condenando los ataques rusos contra ciudades densamente pobladas como parte de una estrategia de terror dirigida a civiles.
Este nuevo episodio se suma al creciente número de ataques contra infraestructuras y zonas residenciales, resaltando la continua agresión de Rusia en el conflicto.