La voladura del gasoducto Nord Stream, ocurrida en septiembre de 2022, es considerada el mayor acto de sabotaje en la historia europea de la posguerra. Sin embargo, las investigaciones avanzan lentamente y, desde mediados de agosto, apenas se han reportado nuevos hallazgos.
En ese momento, se reveló que el Fiscal General Federal estaba investigando a un ciudadano ucraniano identificado como Volodymyr Z. Según informes de los medios, este instructor de buceo habría trabajado para una pareja ucraniana que dirige una escuela de buceo. Las autoridades sospechan que ambos participaron en los ataques, posiblemente como los buzos responsables de colocar las cargas explosivas en los oleoductos. Además, se cree que el velero alemán Andrómeda fue utilizado como medio de transporte por los autores del sabotaje desde la isla de Rügen.
Falta de contundencia en la respuesta comunitaria
Sin embargo, Volodymyr Z. logró escapar antes de que las autoridades europeas pudieran atraparlo. Considerado posiblemente el hombre más buscado de Europa, se dice que huyó de Polonia a Ucrania poco después de que la Fiscalía General Federal emitiera una orden de arresto en su contra. Esto ha generado una gran incógnita: ¿cómo pudo suceder?
El eurodiputado de BSW, Fabio De Masi, preguntó a la Comisión Europea si, según su conocimiento, Volodymyr Z. no había sido inscrito en el registro Schengen por las autoridades policiales alemanas, a pesar de que esto habría sido necesario para evitar que cruzara la frontera.
La respuesta desde Bruselas no resulta muy esclarecedora, aunque sí reveladora en otro sentido: la Comisión, como “guardiana de los tratados”, parece querer mantenerse al margen del asunto y solo se refiere a su falta de competencia. El comisario austriaco de Interior y Migración de la UE, Magnus Brunner, explicó en su respuesta a De Masi que la Comisión no tiene acceso a los datos del Sistema de Información de Schengen y, por lo tanto, no puede comprobar si una persona ha sido alertada. Tampoco puede introducir, modificar ni eliminar datos en el sistema, lo que limita su capacidad de intervención en este caso.
Por su parte, la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, también respondió a De Masi, indicando que la investigación sobre las explosiones en los gasoductos Nord Stream I y II en septiembre de 2022 sigue bajo la responsabilidad de los Estados miembros afectados y aún no ha concluido en Alemania. “La Comisión no interfiere en las investigaciones en curso y no anticipa su resultado”, afirmó la política estonia.
Para De Masi, resulta “significativo” que la Comisión Europea, bajo el liderazgo de Ursula von der Leyen, “gobierne en todas partes” y exija a los Estados de la UE “sanciones económicas suicidas”, pero que cuando se trata de supervisar el cumplimiento de los tratados europeos y ejecutar una orden de arresto contra los presuntos responsables del sabotaje del Nord Stream, “mire hacia otro lado”. “Ahora estamos siendo chantajeados por Donald Trump y la economía europea está en una profunda crisis”, concluyó en declaraciones al Berliner Zeitung.
Reconversión del Nordstream
El gobierno alemán y los actores de la industria están considerando utilizar partes del polémico gasoducto Nord Stream 2, que conecta Rusia y Alemania a través del Mar Báltico, para futuras entregas de hidrógeno desde Finlandia, informó Handelsblatt basándose en fuentes “internas” de la industria. Sin embargo, varios portavoces del gobierno negaron que se hubieran llevado a cabo conversaciones sobre el uso del oleoducto y afirmaron que no hay planes para revivir el proyecto.
El controvertido gasoducto ha llegado a ser visto como un símbolo de los fracasos de la política energética de Alemania, especialmente después de que Rusia decidiera suspender las entregas de gas a Europa en un intento por frenar el apoyo europeo a Ucrania. La construcción del gasoducto se completó en 2021, pero la guerra y un acto de sabotaje que dañó una de las dos líneas han reducido a prácticamente cero las posibilidades de que entre en funcionamiento, especialmente porque Alemania y otros Estados miembros han decidido dejar de depender de los suministros de combustibles fósiles rusos.
No obstante, partes del gasoducto podrían ser reutilizadas como un enlace para transportar hidrógeno verde desde Finlandia a Alemania en el futuro, según informó Handelsblatt. Fuentes del consorcio que planea un proyecto de gasoducto de hidrógeno entre los países del Mar Báltico, el Colector de Hidrógeno del Mar Báltico, indicaron que sería poco lógico que el Nord Stream 2 se dejara “sucumbir” en el fondo del mar. Un tribunal suizo ha pospuesto la decisión sobre la liquidación de la insolvente Nord Stream 2 AG hasta el 9 de mayo, lo que otorga a los implicados más tiempo para influir en el futuro del proyecto, incluida la empresa energética estatal alemana Uniper, escribió Handelsblatt.