El general Christopher Cavoli, jefe del Comando Europeo de EE. UU. y comandante supremo de la OTAN, informó este martes a legisladores de la Cámara que aconseja mantener la actual presencia militar estadounidense en Europa. Su declaración se da en un contexto donde el Congreso teme que el Pentágono esté valorando recortar tropas en ese continente. El senador republicano Roger Wicker, de Mississippi, alertó la semana pasada que mandos intermedios del Pentágono estarían elaborando un plan erróneo para “reducir drásticamente nuestra huella militar en Europa”. No obstante, el Departamento de Defensa no ha hecho oficial ninguna propuesta al respecto.
Durante una audiencia del Comité de Servicios Armados de la Cámara, el presidente del panel, Michael Rogers, republicano de Michigan, pidió a Cavoli que presentara su posición sobre el tema. Las fuerzas estadounidenses en Europa crecieron en 20.000 efectivos bajo la administración Biden tras la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022. Desde entonces, la cifra se mantiene en unos 100.000. “Mi recomendación es conservar esa postura de fuerza tal como está”, dijo Cavoli. “Desde que incrementamos el número de tropas en 2022, hemos revisado esa estructura tanto en términos políticos como militares, y he recomendado sistemáticamente mantener ese despliegue. Lo seguiría recomendando hoy si se me pidiera”.
Coincidiendo con esa sugerencia, el Comando de Cavoli anunció ese mismo día un movimiento interno de tropas dentro de Polonia, alejándolas de un centro logístico clave para Ucrania. El Ejército estadounidense en Europa y África comunicó que, tras meses de coordinación con aliados de la OTAN, se decidió trasladar personal y equipos desde Jasionka, Polonia, hacia otros puntos del país.
La ayuda militar a Ucrania seguirá fluyendo por Jasionka, aunque ahora con una presencia estadounidense más reducida, bajo control de autoridades polacas y de la OTAN, según indicó el Ejército. “Luego de tres años en Jasionka, esta es una oportunidad para ajustar nuestra presencia y ahorrar a los contribuyentes estadounidenses decenas de millones de dólares al año”, explicó el general Christopher Donahue, comandante del Ejército para Europa y África.
Un día antes, el expresidente Donald Trump sugirió que podría reducir la presencia militar en Corea del Sur. Al día siguiente, el general Xavier Brunson, máximo responsable de las Fuerzas Armadas de EE. UU. en Corea, afirmó ante el Comité de Servicios Armados del Senado que los niveles actuales de tropas son cruciales para afrontar misiones urgentes en el Pacífico.
“Las tropas desplegadas en la República de Corea son esenciales para mantener la paz en la península y en la región”, aseguró Brunson, quien también lidera el Comando de Fuerzas Combinadas. “Son clave para la defensa antimisiles y apoyan al Comando Indo-Pacífico para monitorear y disuadir amenazas al norte y a múltiples adversarios”.
Actualmente, unos 28.500 soldados estadounidenses están asignados a Corea del Sur, colaborando tanto con socios regionales como con países aliados de la ONU. Desde principios de los años 50, Estados Unidos ha mantenido un contingente mínimo de 25.000 efectivos en territorio surcoreano. A pesar de ello, Trump y su círculo más cercano han cuestionado la necesidad de una presencia militar prolongada en diversos puntos del mundo. Durante una ceremonia en la Oficina Oval el miércoles, Trump fue consultado sobre una posible reducción de tropas en Europa, y trajo Corea del Sur a colación en su respuesta.
“Pagamos por el ejército en Europa y no recibimos mucho reembolso. Pasa igual con Corea del Sur”, dijo. “Es un tema que discutiremos, no vinculado al comercio, pero que podría integrarse en esas negociaciones. Sería práctico abordar todo junto”. Al iniciar la audiencia del jueves, Jack Reed, demócrata de Rhode Island y miembro de alto rango del Comité del Senado, señaló que circulan versiones sobre posibles recortes en Corea del Sur o reasignaciones hacia la amenaza china, más que hacia Corea del Norte.
Brunson no confirmó ni negó esos rumores, pero enfatizó que cualquier cambio debe considerar la diplomacia y la defensa en la península. Pidió “claridad estratégica” ante cualquier ajuste militar, para asegurar que tanto aliados como rivales comprendan el compromiso estadounidense con la estabilidad regional. A su vez, el almirante Samuel Paparo, líder del Comando Indo-Pacífico, indicó que las tropas en Corea aportan no solo a ese país, sino también a múltiples aliados en la zona.
“Su participación en ejercicios multilaterales es una contribución relevante más allá de la península”, dijo. El Pentágono no ha presentado propuestas formales de reducción ni alteraciones estratégicas en la región. Trump tampoco ha especificado cuándo podría iniciarse una revisión del despliegue militar en Europa o Asia-Pacífico.