Cuba, que durante muchos años fue un destino turístico muy atractivo en el Caribe, está enfrentando una crisis económica severa que ha impactado profundamente el sector turístico. La inflación desmedida y la falta de recursos han trasladado la pobreza y escasez que sufren los cubanos a los resorts turísticos, los cuales antes estaban bien abastecidos.
Los problemas incluyen la falta de cloro para las piscinas y la escasez de productos alimentarios, lo que ha llevado a que muchas agencias de turismo internacionales dejen de recomendar el país como destino. Como resultado, hay una disminución significativa en la cantidad de vuelos internacionales hacia la isla. Los apagones frecuentes han exacerbado la situación, sin aire acondicionado ni posibilidad de usar aparatos eléctricos. Así los turistas potenciales optan por otros destinos populares como el Sudeste Asiático o zonas del Caribe como la Riviera Maya y Punta Cana.
Varias aerolíneas han reducido o cancelado sus vuelos a Cuba. Otras compañías norteamericanas también han cortado o dejado al mínimo sus relaciones con Cuba debido a la falta de rentabilidad. Esto ha incrementado los costos de los vuelos restantes, haciéndolos menos accesibles.
Desorbitante inflación
La inflación en Cuba ha causado un mayor desabastecimiento y una devaluación súbita del peso cubano. Esto ha llevado a un caos en la isla con apagones de hasta 18 horas diarias actualmente, escasez casi total de recursos en farmacias, colas para repostar combustible racionado y una escasez generalizada de productos alimentarios. La entrada de euros o dólares a través del turismo ha sido siempre el principal sustento de la isla , pero el turismo está en declive.
Con un salario entre 2.500 pesos y 4000 con precios inflados (por ejemplo, un paquete de pollo cuesta 3.500 pesos), la vida se ha vuelto insostenible. La violencia en las calles ha aumentado debido a la falta de recursos y seguridad, algo nunca visto en Cuba hasta ahora.
Para mitigar estos problemas, el gobierno cubano ha permitido que en algunas tiendas se pueda pagar en moneda libremente convertible o MLC (euros, dólares, etc.), pero esto solo beneficia a aquellos que tienen familiares en el extranjero que pueden enviarles dinero. Sin embargo, muchos cubanos no tienen acceso a este tipo de apoyo financiero, lo que limita su capacidad de obtener productos básicos necesarios para la vida diaria. Aquí es donde entra el mercado negro y lo que hace que aumente la inflación ya que los mercados donde se pueden pagar en pesos cubanos están totalmente desabastecidos y no se puede encontrar lo mínimo básico y digno para la vida diaria una persona.
El sistema de salud está colapsado totalmente no hay ningún tipo de medicamento ni posibilidad de operaciones. Llegado a tal punto que si es vital pasar por una cirugía debe conseguir el paciente lo necesario para ello en el mercado negro a precios de euro o dólar. El principal problema qué existía en Cuba, la falta de libertad general y la nula libertad de expresión, se suma a la hambruna extrema y condiciones de vida penosas para una población que ,a pesar del éxodo masivo, sigue intentando vivir día a día.
La decadencia de Cuba ha convertido al paraíso tropical por excelencia en un desierto en mitad del Mar Caribe en el que ya ni los turistas quieren “disfrutar” de sus vacaciones. Una situación crítica que ha llevado la hambruna del país a un nuevo nivel.