La ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha denunciado que más de 745 civiles han sido ejecutados en Siria por las fuerzas de seguridad del nuevo régimen en la ofensiva contra grupos armados leales al expresidente Bashar al Assad. Según la organización, con sede en Londres pero con fuentes dentro del país, la cifra total de muertos supera el millar de víctimas.
El epicentro de los ataques ha sido Latakia, bastión de la minoría alauí, donde la ONG ha documentado cientos de ejecuciones. “Han sido aniquilados en actos de venganza colectiva”, denuncia el Observatorio, comparando la represión del nuevo régimen con las prácticas del antiguo gobierno de Al Assad.
Además de los ataques, la población enfrenta un colapso de los servicios básicos. La electricidad y el agua han sido cortadas en varias ciudades, mientras que las panaderías han dejado de funcionar y los mercados han cerrado, lo que agrava la situación humanitaria.
Papel de los líderes militares
El exoficial del Ejército sirio Qiath Suleiman Dalla, actual líder del Consejo Militar para la Liberación de Siria, ha sido señalado como responsable de la represión. Mientras tanto, el presidente de transición, Ahmed al Shara, de pasado yihadista, ha pedido calma a la población, describiendo los combates como “desafíos esperados” en el proceso de transición.
Sin embargo, Al Shara no ha mencionado las denuncias sobre la masacre de civiles, lo que ha generado aún más críticas de activistas y grupos humanitarios que acusan a su gobierno de perpetrar crímenes similares a los del régimen anterior.