Imagen: el presidente destituido de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol I Getty Images
En una operación sin precedentes en la historia democrática de Corea del Sur, el expresidente Yoon Suk-yeol fue detenido este miércoles por la mañana, según informó la Oficina de Investigación de la Corrupción de Altos Funcionarios (OICAF). Yoon, quien fue cesado provisionalmente de su cargo tras una votación parlamentaria el pasado 14 de diciembre, es el primer líder en ejercicio del país en ser arrestado.
En un mensaje grabado, el exmandatario justificó su decisión de entregarse: “He decidido comparecer ante la OICAF, aunque se trata de una investigación ilegal, para evitar cualquier posibilidad de derramamiento de sangre”. Sin embargo, subrayó que esto no implica una aceptación de los procedimientos legales en su contra.
Segundo intento de arresto: una operación planeada al detalle
El arresto se ejecutó a las 10:33 en la residencia presidencial de Seúl. Imágenes transmitidas por las principales cadenas surcoreanas mostraron un convoy saliendo del complejo, ubicado en el centro de la capital, rumbo a las oficinas de la OICAF al sur de la ciudad. Allí, Yoon será interrogado sobre la imposición de la ley marcial el pasado 3 de diciembre, un acto que desató una grave crisis institucional.
La operación fue llevada a cabo con éxito después de un intento fallido el pasado 3 de enero, cuando el Servicio de Seguridad Presidencial (SSP) bloqueó a los investigadores levantando barricadas y formando un muro humano con 200 efectivos. Esta vez, los funcionarios de la OICAF utilizaron escaleras para acceder al recinto y negociaron durante cuatro horas con el equipo del expresidente para coordinar su detención.
Reacciones encontradas entre aliados y opositores
Mientras el líder parlamentario opositor, Park Chan-dae, calificó el arresto como “un paso hacia la restauración del orden constitucional y democrático”, el abogado de Yoon, Seok Dong-hyun, denunció la ilegalidad de las acciones de la OICAF. En una publicación en redes sociales, Seok explicó que Yoon accedió a rendirse “para evitar un incidente grave”.
En las inmediaciones de la residencia presidencial, cientos de seguidores de Yoon, desafiando las bajas temperaturas, protestaron contra el arresto. Se registraron enfrentamientos menores entre manifestantes y la policía, que desplegó más de 3.000 efectivos para asegurar la operación.
Una batalla legal y política en curso
La OICAF tiene 48 horas para interrogar a Yoon y puede solicitar una ampliación del arresto si fuera necesario. Mientras tanto, el Tribunal Constitucional debate si confirma de manera definitiva su cese como presidente. La primera sesión, celebrada el martes, fue suspendida al no presentarse Yoon. Si el expresidente no asiste a la próxima audiencia, prevista para el jueves, su equipo legal actuará en su representación.
El equipo de Yoon sostiene que la OICAF carece de competencia para investigarlo y ha calificado las órdenes judiciales de ilegales. Sin embargo, las autoridades aseguran que Yoon ignoró reiteradas citaciones y que existen fundamentos para proceder con su detención.