El gobierno de Estados Unidos incautó un avión utilizado por el presidente venezolano Nicolás Maduro, que se encontraba estacionado en la República Dominicana. Según informes de CNN, la aeronave, un Falcon EX con las siglas T7ESPRT y registrado en la República de San Marino, fue confiscada debido a que su adquisición presuntamente violaba las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Venezuela.
El avión fue trasladado a territorio estadounidense, donde se procederá con su posible confiscación definitiva. Esta acción da a las autoridades venezolanas la posibilidad de presentar un reclamo. Un funcionario estadounidense, citado por CNN, destacó la importancia de esta medida al declarar: «Incautar el avión de un jefe de Estado extranjero es un hito en asuntos criminales. Estamos enviando un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley, nadie está fuera del alcance de las sanciones estadounidenses».
El avión en cuestión, considerado el equivalente venezolano al «Air Force One», está valorado en aproximadamente 13 millones de dólares. Aunque llevaba varios meses en la República Dominicana, las autoridades estadounidenses no revelaron los motivos específicos para la incautación en este momento.
La operación contó con la participación de varias agencias federales de Estados Unidos, incluyendo el Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Comercio, la Oficina de Industria y Seguridad y el Departamento de Justicia. Además, de acuerdo con un reporte del Diario de Las Américas, la aeronave había estado bajo la mira de las autoridades dominicanas desde mayo de 2024, cuando ordenaron su confiscación debido a que se trataba de una aeronave francesa que había realizado vuelos a Teherán, Irán; San Vicente y las Granadinas; La Habana, Cuba; Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, y Brasil.
El Falcon EX, inicialmente con las siglas N900SJ, fue adquirido por la administración de Nicolás Maduro a través de la firma 6G Aviation, con sede en Florida. Posteriormente, fue retirado del registro de aeronaves activas de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos y transferido a un paraíso fiscal, supuestamente para borrar su historial de vuelos.
Este incidente se produce un día después de que el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) de Venezuela extendiera por un mes más la suspensión de vuelos desde y hacia Panamá, República Dominicana y Perú. La periodista Ginette González publicó una imagen del Notam (Notice to Airmen) que informa sobre la suspensión de las operaciones aerocomerciales hacia estos tres países, extendiendo la medida hasta el 30 de septiembre.
Asimismo, la confiscación del avión coincide con recientes declaraciones del portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Matthew Miller, quien criticó la falta de transparencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela y el intento del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por Maduro, de silenciar las voces de los votantes tras una cuestionada victoria electoral. Miller calificó estas acciones como una «violación inaceptable» de las leyes venezolanas e internacionales, reafirmando la postura de EEUU contra el gobierno de Maduro.
