El régimen de Nicolás Maduro, acusa a uno de los detenidos de liderar un supuesto complot orquestado por la CIA para derrocarlo. Estados Unidos ha rechazado estas acusaciones, asegurando que el militar detenido se encontraba en el país sudamericano por razones personales y sin el consentimiento de sus superiores.
Detención del Navy SEAL
Entre los arrestados se encuentra Wilbert Joseph Castañeda Gómez, un militar estadounidense con una amplia trayectoria en el cuerpo de élite Navy SEAL. Castañeda, según las declaraciones de Diosdado Cabello, ministro de Interior de la administración de Maduro, habría sido detenido el pasado 30 de agosto. El régimen venezolano lo señala como el supuesto jefe de una misión encubierta diseñada para desestabilizar al gobierno de Maduro.
Cabello aseguró que Castañeda, quien tiene nacionalidad estadounidense y mexicana, cuenta con experiencia en explosivos, combate de proximidad y paracaidismo, y ha estado involucrado en misiones anteriores en Afganistán, Irak y Colombia. Para el régimen, la detención de este militar es una prueba de que la CIA está detrás de un plan violento para derrocar a Maduro, algo que ya ha sucedido en el pasado, según las acusaciones recurrentes de la dictadura.
Además de Castañeda, también fueron arrestados dos ciudadanos estadounidenses adicionales, Estrella David y Aaron Barren Logan, así como dos españoles y un ciudadano checo. Según las autoridades venezolanas, a los detenidos se les incautaron aproximadamente 400 fusiles de fabricación estadounidense, lo que refuerza las acusaciones de que estarían involucrados en un complot armado.
Respuesta de Estados Unidos
A través del Departamento de Estado, Estados Unidos ha rechazado las acusaciones de la administración de Maduro, calificándolas como «categóricamente falsas». «Cualquier afirmación sobre la participación de EE.UU. en un complot para derrocar a Maduro es completamente infundada», dijo un portavoz del gobierno estadounidense. Asimismo, subrayó que Washington sigue apoyando una solución democrática a la crisis política que atraviesa Venezuela.
Funcionarios del Departamento de Estado confirmaron la detención de Castañeda, pero aseguraron que este militar se encontraba en Venezuela por motivos personales y sin autorización oficial para abandonar Estados Unidos, donde estaba destinado. De hecho, la Casa Blanca ya había advertido con anterioridad sobre el riesgo que implica viajar a Venezuela, dada la alta probabilidad de secuestros y detenciones arbitrarias.
Desde que Nicolás Maduro asumió el poder, las relaciones diplomáticas entre ambos países han estado marcadas por la confrontación. Los arrestos de ciudadanos estadounidenses no son una novedad en suelo venezolano. En mayo de 2020, el régimen de Maduro detuvo a dos exmilitares estadounidenses, Airan Berry y Luke Denman, quienes fueron acusados de formar parte de un fallido complot para derrocar al mandatario, supuestamente coordinado por Clíver Alcalá, un venezolano en el exilio, y Jordan Goudreau, un exmiembro del ejército estadounidense.
Aunque en esa ocasión Estados Unidos negó cualquier implicación de su agencia de inteligencia en el fallido intento de golpe, el arresto de Berry y Denman generó una crisis que fue resuelta mediante un polémico intercambio de prisioneros. En octubre de 2022, el presidente Joe Biden acordó el indulto y extradición de Alex Saab, presunto testaferro de Maduro que estaba siendo juzgado en Estados Unidos, a cambio de la liberación de Berry y Denman. Este canje fue duramente criticado por la oposición republicana, que advirtió que este tipo de concesiones sólo alentaría a Maduro a seguir secuestrando a ciudadanos estadounidenses para usarlos como moneda de cambio.